Un sistema de gestión de contenidos (CMS) ayuda a las empresas a administrar su contenido digital. Equipos enteros pueden utilizar estos sistemas para crear, editar, organizar y publicar contenidos. Funciona como un único lugar para almacenar contenidos y proporciona procesos automatizados para la gestión y creación de contenidos digitales en colaboración mediante flujos de trabajo incorporados (o diseñados). Se otorgan diferentes privilegios y responsabilidades a los individuos en función de sus roles. Por ejemplo, los autores pueden publicar y guardar su trabajo, pero los editores pueden modificarlo y publicarlo. Los administradores pueden hacer todo eso, así como conceder a otras personas de la organización permisos para actualizar o revisar los contenidos.
Un CMS ayuda a crear y gestionar los sitios web y su contenido con una mínima sobrecarga técnica, para que puedas hacer contenidos mejores en lugar de actuar como gestor de proyectos o de tráfico. Al proporcionar una solución sencilla y rentable para la gestión de contenidos, un CMS les permite a las empresas gestionar y distribuir sus contenidos sin invertir en un equipo de desarrollo de contenidos de tiempo completo.
Casi todos los CMS se componen de dos partes: el front-end y el back-end. El front-end es aquella parte con la que interactúa el usuario. Es la parte visible de cómo los sitios web se estructuran y se diseñan. El front-end reúne HTML, CSS y JavaScript para ofrecer un contenido enriquecido e interactivo, diseñado para que coincida con tu marca.
El back-end de un CMS es la aplicación que se utiliza para publicar nuevos contenidos en un sitio web. El proceso comienza con el acceso a una interfaz web para añadir, crear y publicar fácilmente contenidos en el front-end del CMS. En lugar de saber HTML, CSS y JavaScript, creas los contenidos en una interfaz similar a la de Microsoft Word. A continuación, el back-end almacena este contenido en la base de datos y lo publica en el front-end del sitio web.
Juntos, estos dos sistemas conforman el CMS. Permiten publicar contenidos sin necesidad de entender las tecnologías web o de construir una aplicación web desde cero.
A continuación se detallan algunos de los diferentes tipos de sistemas de gestión de contenidos disponibles actualmente.
Un CMS acoplado suele denominarse CMS tradicional. Ofrece un back-end totalmente accesible que se conecta a la base de datos de un sitio web y la modifica, y publica el contenido en un front-end diseñado.
Mientras que un CMS acoplado es una solución "todo en uno", la principal distinción entre este y un CMS de software como servicio (SaaS) es que un CMS acoplado requiere un alojamiento web dedicado para ejecutar. Aunque el alojamiento web es relativamente económico, es importante recordar que un CMS requiere la instalación y el mantenimiento de tecnologías específicas para que el software sea funcional.
Además, un CMS acoplado probablemente requerirá que un administrador lo ponga en marcha y configure la instalación del sistema para su uso continuo. WordPress es un ejemplo de un CMS acoplado, pues ofrece un paquete completo para que los usuarios instalen, pongan en marcha un sitio web y publiquen contenidos.
Un CMS SaaS también es una solución integral, pero a diferencia de un CMS acoplado, un CMS SaaS se aloja en la nube. Lo que implica que no requiere ninguna configuración, instalación o alojamiento web preconfigurado.
Un CMS basado en SaaS es una solución ideal para las empresas que necesitan una presencia web sencilla, pues proporciona todas las capacidades sin ninguna de las cargas del servidor o del alojamiento web. Permite a todo tipo de usuarios crear rápidamente sitios web, gestionar los contenidos y distribuirlos a través de los canales digitales.
En el caso de un CMS desacoplado, la parte de presentación del sitio web está "desacoplada" del back-end. El sistema de entrega se encuentra entre la presentación del sitio web y accede al back-end mediante una interfaz de programación de aplicaciones (API).
Un CMS desacoplado es una solución avanzada que ofrece más flexibilidad para interactuar con el contenido creado en el back-end. Por ejemplo, supongamos que una organización quiere utilizar su biblioteca de contenidos para un nuevo propósito, como las aplicaciones móviles. En ese caso, un CMS desacoplado es una solución atractiva porque admite aplicaciones múltiples y adaptables en el front-end, mientras mantiene la coherencia del contenido y la información en el back-end.
Un CMS desatendido tiene un sistema de back-end que accede a la base de datos y almacena el contenido con una aplicación web de front-end diseñada a la medida. Ofrece mayor flexibilidad que un CMS desacoplado, pero también requiere mucho más trabajo que cualquier otra opción. Un CMS desatendido también suele requerir que un desarrollador diseñe, cree y conecte una aplicación de front-end.
Un CMS desatendido es una buena solución para las organizaciones que necesitan control y flexibilidad sobre cómo se accede al contenido. Proporciona capacidades organizativas y de almacenamiento de contenidos al tiempo que permite una aplicación personalizada en el front-end, bien sea un sitio web, una aplicación móvil o algún otro front-end.
Para saber qué características de un CMS son fundamentales para tu empresa, puedes empezar por saber qué características son fundamentales en un sistema de gestión de contenidos. Aprovechar las comparaciones en paralelo entre soluciones y productos de gestión de contenidos puede ser útil para tu proceso de toma de decisiones. Aun así, la pregunta principal es: ¿Qué características son fundamentales para cualquier solución?
Existen diferentes tipos de roles dentro de cualquier sistema de gestión de contenidos. Entender cómo funcionan es esencial para que tus usuarios puedan realizar sus tareas y acceder a los contenidos digitales adecuados. Estos van desde los típicos roles de organización a los roles de gestión de aplicaciones, comparación de tareas y funciones por roles de aplicación, hasta los roles de tipo recurso (permisos), que deciden lo que los usuarios pueden ver y hacer con el contenido, incluyendo documentos, sitios o plantillas.
Los sistemas de gestión de contenidos como el de Oracle ofrecen poderosas capacidades para gestionar todos tus activos digitales para usarlos en diferentes canales de marketing, incluidos los sitios web, los materiales de marketing, las campañas de correo electrónico, las tiendas en línea, la búsqueda de pago y los blogs. Proporciona un centro de contenidos para todos tus activos, donde puedes organizarlos en repositorios y colecciones, y crear reglas y flujos de trabajo para definir cómo se puede utilizar el contenido y dónde.
La creación de tipos de activos para definir la información que hay que recoger cuando los usuarios los crean es fundamental para cualquier CMS. Los tipos de activos digitales definirán los atributos personalizados que necesitan tus activos digitales (archivos, imágenes y videos).
Como en nuestro caso, es fundamental trasladar la gestión de contenidos a la nube, centralizando todo en un solo lugar y haciéndolo accesible desde cualquier parte.
Puedes agrupar tus archivos en carpetas para realizar las operaciones cotidianas de gestión de archivos, como copiar, mover y eliminar, de modo muy similar al de tu sistema y arquitectura locales. Como todos los archivos están en la nube, los usuarios accederán a ellos dondequiera que vayan, incluso desde dispositivos móviles.
Con todo el contenido de tu organización en la nube, será fácil compartir activos o carpetas para colaborar con otras personas dentro y fuera de tu empresa. Todos aquellos con quienes compartes contenidos tendrán acceso a la información más reciente, estén donde estén y cuando la necesiten. Compartir y registrar el contenido le permitirá al usuario controlar cómo y cuándo cada elemento compartido fue accedido.
Con las soluciones de gestión de contenidos, puedes crear y publicar rápidamente sitios web relacionados con marketing, ayuda y comunidad, desde el concepto hasta el lanzamiento, con atractivas experiencias en línea. El proceso de creación de un sitio web está completamente integrado en cuanto a contenido, colaboración y diseño mediante un único entorno de creación y publicación.
Las soluciones basadas en la nube facilitan una rápida puesta en marcha con el uso de plantillas, componentes de arrastrar y soltar (WYSIWYG), diseños de muestra y temas para construir un sitio web a partir de bloques predefinidos. O sus desarrolladores pueden crear diseños personalizados, incluyendo plantillas, temas o componentes para crear experiencias online únicas.
Un CMS hace que los contenidos sean más fáciles de encontrar, en tanto aborda seis áreas clave de la gestión de contenidos.
¿Existen políticas y procedimientos que se aplican a crear y gestionar contenido?
¿Los contenidos actuales y nuevos están categorizados y etiquetados de forma que todo el mundo los entienda?
¿Están los flujos de trabajo estandarizados y automatizados?
¿Cómo los principales involucrados, desde los empleados hasta los clientes, encuentran la información que necesitan?
¿Se usa correctamente la tecnología existente? ¿Qué mejoras o nuevos sistemas agilizarían el flujo de información con una seguridad óptima? ¿Tienes un sistema de gestión de contenidos basado en la nube?
¿Tus datos y contenido pueden gestionarse de forma más eficaz y segura? ¿Se respetan las normas aplicables?
Un sistema de gestión de contenidos te ayuda a crear, gestionar y publicar contenidos en la web. También ayuda a mantener los contenidos organizados y accesibles para que puedan utilizarse y reutilizarse eficazmente. Existen varios tipos de sistemas de gestión de contenidos, desde los basados en la nube hasta los CMS desatendido, para satisfacer todas las necesidades del público.
No solo ofrece una forma de almacenar y gestionar toda tu información en una única base de datos de fácil acceso, sino que también hace lo siguiente:
Básicamente, una plataforma CMS se encarga de todos los detalles técnicos relacionados con la creación y gestión de un sitio web. Por ejemplo, para publicar un contenido en la web, como una entrada de blog, hay que empezar con un archivo HTML. El HTML te permite estructurar el contenido escrito de tal modo que un navegador web pueda leerlo. También te permite incrustar imágenes y videos en el contenido y conectarlo con otros documentos HTML.
Una vez que el contenido está creado y estructurado, se puede cambiar su aspecto general con hojas de estilo en cascada (CSS). Con estas puedes cambiar la fuente, el color y el tamaño de cada elemento de la página para lograr el estilo que quieres. Una vez completado, subes los archivos HTML y CSS (junto con los archivos de imagen y video) a un servidor web desde donde tu sitio será accesible para cualquiera.
Aunque este proceso no parece muy difícil, no es una manera muy eficiente de crear documentos y compartirlos en línea. Y la mayoría de las empresas no tienen los recursos informáticos necesarios para dedicarse a esta tarea.
El HTML y el CSS están bien para crear documentos sencillos y legibles, pero tienen limitaciones cuando se trata de crear sitios web con amplias capacidades y funcionalidades, el tipo de sitio web moderno que la mayoría de las empresas necesitan para tener éxito.
Por ejemplo, para añadir características interactivas y una funcionalidad más variada a tu sitio web, necesitas usar JavaScript, el lenguaje de programación de la web. HTML y CSS son bases de código relativamente sencillas usadas para crear documentos simples. JavaScript es un lenguaje de programación específico que no difiere de los utilizados para desarrollar aplicaciones para teléfonos inteligentes o para computadores de escritorio.
Supongamos que tienes planeado migrar tu blog a un sitio web de medios de comunicación que atiende a miles de visitantes al mes y publica varios contenidos diariamente. En ese caso, debes empezar a incorporar tecnologías de bases de datos para albergar y acceder a todo el contenido. Necesitas una base de datos con su propio lenguaje de programación, y otro lenguaje de programación para llevar la información de la base de datos a la parte del sitio web a la que los usuarios acceden y navegan. Y así las cosas se fueron complicaron rápidamente. Y en este punto, un CMS entra al juego.
La demanda de experiencias de marketing digital es cada vez mayor, y no parece que vaya a disminuir. Los consumidores de hoy en día exigen soluciones omnicanal y experiencias sin problemas. La tecnología digital ofrece un sinfín de formas para que las empresas se relacionen con sus clientes y permanezcan conectadas. Así, no sorprende que esté previsto que el mercado de los CMS crezca de USD 36 000 millones en 2018 a USD 123 500 millones en 2026.
Las empresas comprenden cómo un sistema de gestión de contenidos puede ayudarles a aprovechar todo el valor de sus contenidos, al agilizar su proceso de creación y distribución. Los equipos de marketing y ventas que invierten en un CMS puedeen esperar obtener cuatro beneficios clave a medida que trabajan para llevar su mensaje al mercado y mejorar las experiencias del cliente.
Con un CMS, múltiples miembros del equipo de marketing de contenidos pueden contribuir y ayudar a publicar contenido. Con su gestión del flujo de trabajo, el almacenamiento de contenidos y las capacidades de programación, el sistema les ayuda a mantener todo organizado. Es posible acceder a los CMS basados en exploradores desde cualquier lugar, y los compañeros de equipo en diferentes ubicaciones pueden colaborar en proyectos de contenido en el mismo sistema y en la versión más acutalizada. Todos los miembros del equipo pueden acceder al mismo contenido, pues está almacenado en el mismo lugar. No hay necesidad de enviar varios archivos a muchas personas, ni los dolores de cabeza que produce controlar múltiples versiones.
Con un CMS, los usuarios no tienen que aprender HTML o CSS. Sin importar su experticia, los usuarios en toda la organización pueden crear y publicar contenido. Un sistema de gestión de contenidos facilita la carga de contenidos en páginas web y actualizarlos a través de un editor de contenidos.
¿Quieres mejorar tu posicionamiento en buscadores (SEO) y atraer tráfico a tu sitio web? Con un CMS, puedes añadir plugins y herramientas para mejorar tu clasificación de búsqueda. Estas herramientas pueden incluir opciones dentro de la interfaz del front-end para agregar títulos de páginas web, metadatos y etiquetas alternativas.
Con un sistema CMS sencillo, una mejor organización y herramientas y complementos para ayudar al SEO, los creadores de contenidos pueden concentrarse en producir piezas de calidad. Los equipos de marketing no tienen que trabajar con múltiples archivos o códigos. Pueden compartir el trabajo con sus colegas fácilmente, incluso si están a kilómetros de distancia. Tienen tiempo para pulir el texto, ajustar las imágenes, producir más contenido en video o realizar pruebas A/B sobre distintos formatos, líneas de asunto, ofertas y CTA.
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Oracle Content Management gestiona activos digitales y contenido estructurado para construir experiencias digitales en cualquier canal o punto de contacto. Con un repositorio de activos centralizado, API de contenido como servicio (CaaS), un constructor de sitios basado en React y un editor de sitios WYSIWYG de arrastrar y soltar, puedes crear rápidamente las experiencias adecuadas para cualquier público objetivo.