Mike Chen | Estratega de Contenido | 25 de octubre de 2023
Para los líderes empresariales, la migración a la nube puede parecer la elección obvia de TI, dada la coyuntura actual centrada en los datos. Sin embargo, no se trata de una estrategia simple de talla única para todos. Las ventajas de la nube, en comparación con los centros de datos locales, varían entre las distintas organizaciones. Por lo tanto, al decidir migrar a la nube, las empresas deben tener en cuenta una gama compleja de variables prácticas y técnicas, y para determinar el impacto organizativo a largo plazo se requiere un análisis y una previsión reflexivos.
La economía en la nube estudia el impacto financiero de la cloud computing, incluidos elementos como inversiones de hardware heredado, presupuestos mensuales de servicios en la nube y ahorros previstos por la mejora de la colaboración y las innovaciones técnicas, para ayudar a una organización a evaluar mejor su situación. Si bien casi todas las organizaciones pueden beneficiarse de la cloud computing, las circunstancias individuales dictan cómo y por qué se llega allí, lo que hace que la economía en la nube sea un paso crucial en el proceso de toma de decisiones.
La economía en la nube es el proceso de examinar el impacto financiero y funcional de la cloud computing en una organización. Los líderes evalúan los elementos críticos que participan en una posible migración a la nube. En un análisis de la economía en la nube se analizan factores financieros como el retorno de la inversión (ROI), la inversión en hardware heredado y el coste total de propiedad (TCO) para la nube en comparación con los centros de datos locales.
Además de las consideraciones financieras y tecnológicas esperadas, en un análisis de la economía en la nube se deben tener en cuenta los siguientes elementos culturales:
Conclusiones clave
Al considerar el salto a la cloud computing, las organizaciones deben ser conscientes de que el alcance del análisis va más allá de las inversiones en hardware o las tarifas mensuales. La migración a la nube puede cambiar completamente las operaciones y el desarrollo, en función de las realidades funcionales, de los datos y presupuestarias. En algunos casos, las organizaciones pueden tener una configuración de TI más sencilla, y la migración a la nube puede centrarse en mejorar la fiabilidad y la disponibilidad, junto con otras funciones con menos impacto.
Un enfoque habitual de la economía en la nube abarca el desglose del análisis en los cuatro pilares siguientes:
Coste total de propiedad: un análisis del coste total de propiedad del centro de datos incluye los costes de infraestructura, como la compra o el arrendamiento del edificio físico, los sistemas de energía y refrigeración y las redes. Además, se incurre en costes asociados con el hardware y el software, el personal —incluidos salarios y beneficios para el personal de TI—, el mantenimiento y soporte —incluidas las actualizaciones de software— y la energía, dado que los centros de datos requieren una cantidad sustancial de energía para operar.
En un modelo en la nube, el coste total de propiedad se sustituye por los costes mensuales de uso de la computación y el almacenamiento, y describe cómo un cambio en las necesidades de personal afectará a las nóminas. En un análisis de la economía en la nube se desglosan estos detalles con la información de los costes y los beneficios para toda la organización.
Resiliencia operativa: los centros de datos locales se enfrentan al riesgo constante de sufrir problemas reales que afecten a la disponibilidad. Los desastres naturales, las interrupciones de energía e incluso las políticas locales relacionadas con la infraestructura pueden provocar un tiempo de inactividad inesperado para los equipos locales. Los proveedores de nube ofrecen garantías de tiempo de actividad en los acuerdos de nivel de servicio y diseñan sus modelos de negocio en torno a la redundancia, lo que brinda a los clientes una mayor resiliencia.
Agilidad operativa: existen muchos factores diferentes que pueden cambiar el volumen de tráfico de red, incluidas las actualizaciones de aplicaciones y el acceso remoto. Para absorber estos picos, los centros de datos locales necesitan recursos físicos que permitan manejar las cargas máximas. En un entorno en la nube, la escalabilidad es tan sencilla como actualizar a un nivel de servicio superior. Esto ofrece agilidad organizativa, tanto si los picos son temporales, por ejemplo las ventas navideñas, o en caso de que se inicie un crecimiento significativo y duradero.
La economía en la nube es importante porque una migración a la nube afecta tanto a presupuestos tangibles como a cambios teóricos en las operaciones y la TI. No se aplica una estrategia única para todos; cada organización tiene diferentes demandas internas y de clientes, al igual que configuraciones exclusivas de red y hardware. Además, algunas organizaciones aún pueden tener redes que se crearon para el negocio alrededor del año 2000, que cuentan con una conectividad limitada al correo electrónico y a los archivos cargados.
Para los departamentos de TI, la economía en la nube permite conocer en mayor profundidad lo que las organizaciones deben preparar tanto a corto como a largo plazo. Un análisis de la economía en la nube debe responder a las siguientes preguntas:
Observa estos dos ejemplos. En cada uno ellos, la organización debe tener en cuenta diferentes variables para medir adecuadamente su situación económica en la nube.
Un pequeño grupo regional de atención médica: el departamento de TI de una red de atención médica debe admitir registros médicos electrónicos, datos entrantes de dispositivos de Internet de las cosas (IoT), acceso a la telesalud y operaciones generales. Dadas las inquietudes relacionadas con la privacidad, también se surgen ciertos problemas de gobernanza y seguridad. La red afronta un ritmo generalmente constante de consultas de datos y tráfico, pero debe estar preparada para situaciones de emergencia.
Una empresa de software que lanza una versión con aplicación de un videojuego: antes del lanzamiento de la aplicación, las necesidades de los equipos de desarrollo y operaciones marcan las tareas internas de TI. Estas tareas incluyen facilitar la colaboración con código y apoyar a contratistas remotos en todo el mundo. Sin embargo, el lanzamiento de la aplicación cambia de enfoque. Ahora necesitamos servidores capaces de gestionar los volúmenes de usuarios esperados y, si la aplicación se convierte en viral de la noche a la mañana, la infraestructura debe ser lo suficientemente elástica para soportar picos de uso masivos.
Si bien ambas organizaciones pueden beneficiarse de la nube, sus situaciones exigen que se adopten diferentes estrategias y distintos planes de implementación. Si no se aborda la economía en la nube de la forma adecuada, las organizaciones desperdiciarán recursos, despilfarrarán dinero o seguirán sin estar preparadas. En algunos casos, tal vez todo lo anterior.
Más allá del ahorro de costes (consulta la siguiente sección para obtener más información al respecto), la migración a la nube incluye una amplia gama de beneficios funcionales para aumentar la eficiencia en toda la organización. Los beneficios incluyen los siguientes:
Escalabilidad: en un centro de datos, el crecimiento de los recursos, ya sea la capacidad de procesamiento o de almacenamiento, depende de la compra e integración de nuevo hardware. Por lo tanto, cuando la demanda aumenta, escalar para satisfacer esa demanda puede ser un proceso costoso y lento. En un entorno de nube, el uso de recursos se amplía según sea necesario en función de las configuraciones y los SLA, lo que facilita el mantenimiento de la estabilidad y la funcionalidad a medida que se amplían sus necesidades.
Mejora de la colaboración: la infraestructura en la nube admite mejor las aplicaciones en la nube, la integración de datos, el acceso remoto y otros métodos de sincronización flexible de los usuarios. Al permitir un acceso más fácil a las herramientas, los datos y las líneas de comunicación, la cloud computing puede aumentar significativamente la colaboración del personal y acelerar el intercambio de datos entre departamentos.
Flexibilidad: la escalabilidad de la nube facilita la gestión de picos de demanda repentinos. Por ejemplo, si una aplicación se enfrenta a un gran número de solicitudes de descarga tras un evento viral inesperado, el hardware de un centro de datos local no se podrá actualizar a tiempo para albergar a los nuevos usuarios, que es posible que no regresen. Dado que las nubes operan en un modelo de pago por uso, se puede hacer frente a los picos repentinos sin inversiones ni mantenimiento a largo plazo.
Productividad de TI: con la nube, el mantenimiento diario del servidor se convierte en responsabilidad del proveedor de la nube. Por lo tanto, la migración a la nube reduce la carga de tareas de TI complejas, pero vitales, y libera al personal para que se concentre en los proyectos más críticos que benefician a toda la organización, como la gobernanza o el desarrollo de nuevos productos.
Mayor seguridad: la infraestructura en la nube ofrece muchas mejoras para la seguridad de datos. Desde una perspectiva práctica, los proveedores de nube pública centran todos sus modelos de negocio en garantizar la seguridad de sus clientes, por lo que sus inversiones y esfuerzos por mantener la seguridad generalmente superarán a los de los departamentos de TI individuales. Los grandes proveedores de nube cuentan con más niveles de defensa, realizan mayores inversiones en las últimas innovaciones de seguridad, disponen de una mejor capacidad para contratar a un talento de seguridad escaso y garantizan un cumplimiento más rápido de las últimas normas regulatorias. Además, la administración centralizada ejecuta de forma rápida todas las actualizaciones de seguridad y aplicación de parches para la infraestructura y las aplicaciones, y lo hace con un tiempo de inactividad mínimo o nulo.
Mejor recuperación ante desastres: de forma similar a la implementación de seguridad, los proveedores de servicios en la nube suelen ofrecer más opciones y una ejecución más rápida en lo que respecta a la recuperación ante desastres, ya que sus modelos de negocio se basan en la disponibilidad de los datos. Los mayores niveles de redundancia, el failover rápido y el acceso en cualquier momento y lugar garantizan que los usuarios puedan recuperar datos, incluso en caso de desastre natural.
El beneficio económico total de la migración a la nube incluye el ahorro inmediato de costes y el impacto financiero de sus numerosos beneficios funcionales en una organización. A continuación, se muestran algunas formas en las que las organizaciones reducen los costes con la nube:
Reducción del coste total de propiedad: con una configuración local, la organización debe presupuestar todas las etapas de un ciclo de hardware, desde la adquisición inicial hasta los costes de mantenimiento y el tiempo de configuración. En un entorno en la nube, el proveedor gestiona las necesidades del centro de datos. El personal del proveedor se encarga de los reemplazos y reparaciones, lo que exime a los clientes de la nube de la necesidad de realizar inversiones de capital y de los costes continuos por licencias y mantenimiento.
Ahorro en intangibles: si el personal de TI no tiene que encargarse de las tareas de mantenimiento, como la solución de problemas de un servidor problemático, ¿a qué podría dedicar ese tiempo y esfuerzo? La migración a la nube los libera de esta tarea para que puedan impulsar la innovación de TI en la organización y generar mejoras que creen eficiencias y estabilidad.
OpEx en lugar de CapEx: al integrarse en la nube, los presupuestos organizativos pasan de un modelo CapEx principalmente a un modelo OpEx. Esto genera una estrategia de gasto más eficiente, ya que la presupuestación OpEx basada en la nube no requiere las inversiones iniciales a largo plazo en recursos informáticos, almacenamiento y capacidad, dado que puede que estos recursos nunca se utilicen por completo.
Escala según sea necesario: al trabajar con un centro de datos local, los planes de hardware deben tener en cuenta el máximo uso posible de recursos. Por ejemplo, si se espera que el próximo lanzamiento aumente el tráfico de datos, el departamento de TI deberá escalar para alojar ese volumen con una cobertura de red de seguridad adicional. Sin embargo, si es provable que el lanzamiento de la aplicación reduzca el tráfico, toda esa sobrecarga se desperdiciará. Con un modelo de precios de pago por consumo, los proveedores en la nube se amplían a demanda.
No existe una única estrategia de nube ideal: cada organización debe desarrollar la suya propia basándose en una evaluación de sus necesidades y presupuesto. Los siguientes casos de uso pueden ayudar. Captan algunas de las diferentes áreas que las organizaciones pueden enfatizar al elaborar una estrategia en la nube. Además, una estrategia sólida en la nube debe tener en cuenta los desafíos específicos de una organización. A continuación, se enumeran las consideraciones clave.
Optimización de costes: para las organizaciones con diferentes funciones que generan una gama de requisitos de carga de trabajo, un proveedor en la nube ofrece la flexibilidad necesaria para adaptar los recursos informáticos, de almacenamiento y otros recursos técnicos sin necesidad de invertir en hardware que puede que no se utilice por completo.
Escalabilidad: para organizaciones como las empresas emergentes, donde las cargas de trabajo crecen al mismo tiempo que aumenta la base de clientes, las plataformas en la nube permiten la escalabilidad, por lo que los costes asignados se adaptan a las necesidades empresariales.
La recuperación ante desastres y la continuidad del negocio: para los entornos locales, la recuperación ante desastres conlleva desafíos inherentes. Los protocolos de failover se basan en la infraestructura redundante y las circunstancias físicas, como las utilidades locales y la accesibilidad. Tanto el tiempo de inactividad como la pérdida de datos se traducen en una pérdida de ingresos, además del coste de reparación o sustitución. Los proveedores de servicios en la nube ofrecen estabilidad y disponibilidad garantizadas en acuerdos de nivel de servicio.
Iniciativas digitales: la nube crea un ciclo de desarrollo más eficiente gracias a la disponibilidad de capacidad bajo demanda. Tanto en las versiones de software como de microservicios, los desarrolladores pueden centrarse en la aplicación, en lugar de en el uso de recursos, el espacio de almacenamiento o las capacidades informáticas. Todo esto reduce el tiempo de comercialización, lo que promueve ingresos más saludables.
Trabajo y colaboración remotos: en un entorno de nube, los empleados pueden acceder remotamente a las aplicaciones y bases de datos para realizar mejor el trabajo híbrido. Esto no solo proporciona una mayor flexibilidad a los empleados, sino que la colaboración resulta más fácil a través de aplicaciones compartidas y orígenes de datos sincronizados.
Coste total de propiedad: aunque la nube exime a las organizaciones de muchos gastos del centro de datos, se deben evaluar los costes de migración, incluido el posible tiempo de inactividad. Para calcular el coste total de propiedad en curso, las organizaciones deben relacionar las tarifas tecnológicas mensuales previstas con los costes continuos de gestión y seguridad.
Seguridad y conformidad: aunque los proveedores de nube gestionan la infraestructura subyacente, las organizaciones conservan la responsabilidad sobre sus datos y los dispositivos utilizados para acceder a los servicios en la nube, ya sean PC, puntos finales IoT o smartphones. Garantizar la seguridad de los datos, el cumplimiento normativo y la gestión de la integración de datos son competencia de los equipos de TI.
Inclusión de proveedores: la migración de entornos locales a la nube puede resultar sencilla, ya que muchos proveedores utilizan estrategias y procesos estándar. Sin embargo, pasar de, por ejemplo, AWS a Google Cloud u Oracle Cloud Infrastructure es muy distinto. La dependencia de un proveedor a menudo se debe a las limitaciones por los formatos de datos propietarios, a aplicaciones ligadas a los flujos de trabajo y a procesos de negocio que dependen de aplicaciones específicas.
Aptitudes y formación: para los equipos de TI que han desarrollado sus tareas en torno al mantenimiento y la gestión del centro de datos local, la gestión en la nube genera nuevos desafíos para los que se requiere formación. Las organizaciones deben invertir en proporcionar a sus equipos de TI los recursos de aprendizaje adecuados y definir las expectativas de los períodos de transición.
Gobernanza de datos: las organizaciones deben mantener una estrategia de gobernanza continua para garantizar que las cargas de trabajo satisfagan los estándares de cumplimiento de gobierno necesarios, al tiempo que gestionan el acceso de los usuarios a través de identidades y roles. Dado que las reglas internas y de gobierno evolucionan, para la gobernanza se requiere una inversión continua de tiempo y dinero de cara a mantener la seguridad de los datos.
Para obtener la aprobación del proceso de migración a la nube, las organizaciones deben presentar un caso de negocio que aborde sus necesidades específicas. Una oficina del gobierno tendrá unas necesidades diferentes a las de una pequeña empresa tecnológica o una corporación consolidada con bases de datos heredadas. Un entorno en la nube probablemente proporcionará más flexibilidad, al tiempo que reducirá los costes en casi cualquier circunstancia, pero la viabilidad de los beneficios depende de la ejecución.
Para crear un buen argumento comercial para la economía en la nube, las organizaciones deben hacerse las siguientes preguntas:
¿Cuáles son los costes del centro de datos existente? Para empezar, las organizaciones deben evaluar el gasto existente en hardware, software, mantenimiento y operaciones del centro de datos. Los recursos técnicos, las licencias, la reparación y el mantenimiento regulares y los costes de mano de obra humana se suman a un número que actúa como punto de referencia para un análisis de economía en la nube.
¿En qué medida la migración resulta difícil? La migración inicial a la nube generará una serie de gastos exclusivos de cada organización. Es probable que una organización que tiene una configuración ya existente con bases de datos y redes internas tenga una migración más sencilla que una compañía que recibe los ingresos de una base de clientes más amplia y que consulta los registros de base de datos a través de una aplicación. La migración puede ser gradual, completarse por etapas o realizarse de una sola vez con un tiempo de inactividad planificado e implantado una estrategia de copia de seguridad. Las organizaciones deben proyectar los costes ocasionales de la migración, incluido el tiempo que se dedica a probar aplicaciones en la nueva infraestructura. ¿Tiene muchas aplicaciones personalizadas o propias que deben trasladarse a la nube?
¿Cuáles serán los costes mensuales de la nube? Una vez finalizada la migración, las organizaciones pueden empezar a examinar los costes mensuales previstos basándose en una combinación de uso histórico y próxima actividad. Además de las estimaciones de las tarifas mensuales de los proveedores, las proyecciones presupuestarias deben incluir los costes derivados, como el tiempo de gestión, la capacitación y la gobernanza.
¿Cómo mejorará esto los procesos? Si la migración a la nube reduce los costes mensuales, entonces se trata de un argumento empresarial sólido para la transición. Sin embargo, los encargados de la toma de decisiones deben analizar algo más que los números para comprender completamente el alcance del cambio. La mejora de la colaboración, las capacidades de machine learning, la mejora de los procesos y los mayores niveles de seguridad son solo el comienzo. Para los desarrolladores e ingenieros, la nube puede acelerar las implementaciones, al tiempo que permite llevar a cabo microactualizaciones en lugar de grandes lanzamientos. Para los equipos de operaciones, la nube ofrece formas más sencillas de unificar y compartir datos, lo que permite a diferentes grupos obtener información a demanda. Al presentar el argumento empresarial para la economía en la nube, las organizaciones deben tener en cuenta el impacto financiero de estas mejoras dentro de sus proyecciones a largo plazo.
Si bien es cierto que una migración a la nube ofrece muchos beneficios, los matices de la economía en la nube requieren previsión, una toma de decisiones inteligente y una supervisión continua. De lo contrario, pueden producirse errores comunes, entre los que se incluyen los siguientes:
Asumir que las finanzas no evolucionan: el ahorro acumulado durante la primera semana, mes o incluso año no reflejarán necesariamente las proyecciones financieras a largo plazo. La economía en la nube en general tiene en cuenta muchas variables diferentes, incluidos el tiempo de desarrollo acelerado y las nuevas funciones de nube. Si limitamos el alcance de la economía en la nube a los beneficios inmediatos de hardware, las organizaciones crearán proyecciones inexactas que generarán un sesgo en el caso de negocio de la nube, al tiempo que se perderán otras oportunidades.
Basar las proyecciones en el uso histórico: el presupuesto de la nube se basa en un modelo de pago por consumo, pero es posible que las organizaciones que solo dependen de patrones de uso históricos no estén preparadas para hacer frente a un pico en la actividad. El uso histórico debe ser solo uno de los puntos de datos que se tengan en cuenta en los presupuestos de proyecto. La estacionalidad, la frecuencia de los lanzamientos y las actualizaciones, las campañas publicitarias y de marketing, entre otros factores, también se deben tener en cuenta para planificar de manera decuada los recursos en la nube.
Tratar todos los elementos de la nube de igual forma: es probable que los recursos informáticos, el almacenamiento y otros elementos de la infraestructura tengan diferentes prioridades en cada organización. Los equipos de TI deben identificar sus prioridades y el alcance de sus recursos para comprender qué elementos se benefician más de la escalabilidad y elasticidad de un entorno en la nube.
Poner todos los datos en la nube: algunas aplicaciones no se beneficiarán de la nube. En estas situaciones, la migración de la aplicación genera trabajo y costes adicionales, cuando puede que resulte más simple y más rentable mantener el statu quo. Las organizaciones deben evaluar todas las posibles cargas de trabajo para identificar las que pueden y deben quedarse como están en pro de la eficiencia de costes y recursos.
Si tu organización ha creado el presupuesto de la nube, ha examinado las ventajas operativas y ha considerado las posibles innovaciones, el siguiente paso es evaluar a los proveedores de nube. Oracle Cloud Infrastructure (OCI) simplifica la migración a la nube y después ofrece un mayor rendimiento, menores costes e integraciones más sólidas en los sistemas de datos y seguridad.
OCI proporciona una base flexible y escalable que reduce las tasas de salida de datos y elimina las sorpresas de facturación, todo ello con un conjunto de aplicaciones listas para usar que aceleran los ciclos de desarrollo, generan estadísticas empresariales más profundas y mejoran las operaciones.
¿Cuáles son los 4 pilares para detectar el valor de la nube?
Estos son los cuatro pilares para detectar el valor de la nube.
¿Qué es un economista de la nube?
Un economista de la nube es una persona de una organización que analiza los beneficios tangibles y teóricos de la infraestructura en la nube. El alcance de su examen abarca desde el ahorro práctico de costes mediante la reducción de hardware hasta el ahorro previsto por flujos de trabajo más rápidos y una mayor colaboración.
¿Qué modelo de nube es el más económico?
Los proveedores de servicios en la nube suelen ofrecer modelos públicos y privados. Entre estas dos, la nube pública es el más fácil de implementar, tanto en términos de funcionalidad como de coste. Las nubes privadas requieren más gestión y configuración inicial. Sin embargo, las organizaciones pueden utilizar modelos híbridos para conectar sistemas públicos y privados. La economía de las nubes híbridas varía y, a menudo, se queda a camino entre la nube pública y privada en términos de coste.
¿Cuál es la diferencia entre FinOps y la economía en la nube?
Estos dos términos a veces se utilizan indistintamente, pero hay una diferencia entre FinOps y la economía en la nube. FinOps suele hacer referencia a las operaciones financieras en la nube, pero a veces se utiliza para hacer referencia a las operaciones financieras organizativas en un sentido más amplio. En el contexto de la nube, FinOps hace referencia a la gestión de la integración y el uso de la nube en una organización, incluido el impacto cultural. Por otro lado, la economía en la nube examina solo el aspecto financiero, que incluye el coste total de propiedad y el impacto financiero de la mejora de los procesos.