Joseph Tsidulko | Estratega de contenidos | 3 de abril de 2024
Las responsabilidades de los directores financieros han evolucionado con respecto a hace una década. Ahora, los CFO dedican menos tiempo a la gestión financiera y de riesgos y más a impulsar la estrategia de crecimiento de su organización.
Como tal, los CFO actuales suelen ser llamados a crear e implementar una hoja de ruta financiera que promueva nuevas iniciativas de producto, la expansión de mercados, el crecimiento orgánico y las adquisiciones. Todavía necesitan conocer las cuentas en detalle, pero también se espera que anticipen riesgos imprevistos; actúen como socios estratégicos para el CEO en la planificación de negocio; comuniquen claramente la situación financiera de la organización a la directiva, los accionistas y los organismos reguladores; y trabajen con el CIO y el director de seguridad de la información para proteger los datos financieros de la empresa.
Esas tareas de importancia creciente requieren que los CFO conozcan bien las tecnologías digitales de vanguardia que permiten prever, automatizar, colaborar y otros procesos modernos que ayudan a sus equipos, y al negocio en su conjunto, a impulsar la rentabilidad y el crecimiento.
Conclusiones clave
No existe una descripción estándar para el puesto de CFO actual. Las expectativas han evolucionado tanto en los últimos años que cuesta describir las características específicas y la experiencia profesional que sugieren que alguien destacará en ese papel clave de liderazgo. Y no ninguna guía detalla qué debe hacer una vez en el cargo. Sin embargo, ciertas buenas prácticas tienden a impulsar el éxito financiero en un entorno empresarial exigente, en rápida evolución y que prioriza los resultados.
El trabajo del CFO implica tomar la iniciativa para garantizar que los equipos de finanzas y contabilidad elaboren evaluaciones precisas y actualizadas de la salud financiera de su empresa regularmente, además de supervisar de forma continua esta última, incluso si, por lo general, los principales informes solo se publican mensual o trimestralmente. Estos esfuerzos comienzan poniendo a punto las cifras, como el flujo de efectivo, el crecimiento de los ingresos, los niveles de deuda y los márgenes de beneficio.
Los CFO también deben garantizar el cumplimiento de las normas financieras, supervisar las auditorías, proyectar futuros flujos de ingresos y pasivos, e incluso identificar las tendencias del sector. Todos esos análisis deben ir más allá de las meras cifras y ofrecer en lenguaje sencillo una visión detallada y descriptiva de la situación actual de las finanzas de la empresa y su rumbo. El CFO debe presentar esa información de manera clara a las partes interesadas ajenas a la organización financiera, destacando las oportunidades y los motivos de inquietud.
Los CFO deben ser parte integral de los debates sobre la estrategia de negocio. Su perspectiva sobre las capacidades financieras y las limitaciones presupuestarias de la compañía es crucial para planificar e implementar casi cualquier iniciativa comercial relevante, ya sea una adquisición, una inversión de capital, el desarrollo de una nueva línea de productos o una importante campaña de marketing. A veces, eso significa echar un jarro de agua fría a planes poco realistas; otras, dar luz verde a programas ambiciosos. El CFO también puede desempeñar un papel fundamental a la hora de vincular las diversas unidades de negocio que definen la estrategia, como el desarrollo de productos y el marketing, compartiendo (o exigiendo) datos sobre las implicaciones para toda la empresa de distintos enfoques.
Todos los directores financieros están inmersos en el día a día de las finanzas de su empresa, pero los CFO verdaderamente excelentes siempre miran también hacia el futuro. Ayudan a definir los objetivos financieros a largo plazo de su empresa y las métricas utilizadas para evaluar si se han alcanzado. Al trabajar con el CEO y otros ejecutivos, el CFO debería describir cómo le gustaría ver el rendimiento financiero y la estructura de la empresa en los próximos meses y años en función de las tendencias actuales y la evolución deseada del negocio. Esa visión financiera debe basarse en cifras concretas y en los desafíos y riesgos del mundo real, sin dejar por ello de ser ambiciosa.
Al igual que todos los ejecutivos de la empresa, los CFO son responsables de crear equipos sólidos. Estos se componen no solo de expertos financieros que se relacionan bien entre sí y están en sintonía con la cultura empresarial en general, sino también de empleados que aportan competencias de IA y ciencia de datos a la organización financiera. Los CFO pueden influir en la formación de los equipos al involucrarse directamente en la captación y retención de talento, desde la contratación y la incorporación hasta la formación y el desarrollo profesional. Aquellos que priorizan la identificación de talento a menudo participan en grupos de networking y realizan funciones que les permiten forjar relaciones con profesionales de finanzas cualificados y promover las vacantes de su organización. Algunos CFO también trabajan en estrecha colaboración con el departamento de RR. HH. definiendo las competencias y los parámetros de trabajo de los candidatos potenciales, así como participando en el proceso de entrevistas y dando su visto bueno a las contrataciones para puestos de alto nivel.
Hasta cierto punto, las finanzas siempre serán una función conservadora, que debe cumplir rigurosamente prácticas estándar de contabilidad y generación de informes, aplicar enfoques de financiación de eficacia probada y seguir métodos convencionales de gestión del presupuesto. En el caso de las empresas públicas, los inversores y reguladores gubernamentales definen muchas de las expectativas y establecen la mayoría de las reglas. Pero esos parámetros no deberían impedir que el CFO adopte nuevas formas de hacer las cosas, tanto dentro de la organización financiera como a la hora de apoyar a otras divisiones de la empresa.
Dentro de ciertos límites, los CFO deben estar abiertos a métodos innovadores de estructuración de las finanzas de su empresa, asignación de tareas a las personas a su cargo, abastecimiento de suministros de los proveedores, medición del rendimiento financiero, facturación a los clientes y coordinación con los auditores y contables externos. También deben aprovechar los últimos sistemas financieros para automatizar flujos de trabajo rutinarios, aplicar IA para analizar datos, compartir e integrar información financiera en toda la empresa, gestionar riesgos y, en última instancia, mejorar la eficiencia y la precisión.
La organización financiera está inundada de datos sobre ingresos y costes, valores negociables y otros activos, obligaciones de deuda, flujos de efectivo, cálculos de inventario, tendencias de mercado y más. Esos datos son esenciales, no solo para evaluar el estado actual de la empresa, sino también para tomar decisiones fundamentadas que impacten su futuro. Un análisis cuidadoso de los datos puede ofrecer una visión más clara para invertir mejor el dinero de la empresa, ajustar su estructura de capital, asumir deuda o recomprar acciones en el momento más adecuado y decidir cuándo financiar proyectos internamente o buscar nuevo capital. Los directores financieros siguen confiando en su experiencia y su intuición, pero los mejores CFO recurren a herramientas de análisis avanzadas, algunas de ellas basadas en IA, para tomar las decisiones más importantes, ya sea aquellas relacionadas con el crecimiento del negocio o la mitigación de los riesgos.
A menudo, la comunicación con las partes interesadas es un equilibrio delicado para los CFO. La transparencia es primordial al compartir datos financieros con ejecutivos, juntas directivas, inversores y organismos reguladores. Al mismo tiempo, la competencia comercial y el contexto normativo generan situaciones en las que la discreción es preferible o una obligación legal, especialmente cuando se trata de información privilegiada. En particular en los informes 10-K, los CFO deben asegurarse de comunicar de manera abierta, precisa y optimista información financiera específica a todas las partes que tienen derecho a ella, ya sea el público en general, los organismos reguladores o los inversores, sin dejar por ello de proteger con celo la información privilegiada y los secretos de la empresa.
Los CFO siempre están al tanto de los números. Son expertos en estados financieros, pero su trabajo no termina ahí. Ser un líder financiero hábil implica estar informado sobre los entresijos del negocio en general, incluidos los productos en desarrollo, los principales competidores, la cartera de talento y cómo la empresa se desenvuelve en el mercado. Las cifras de un libro mayor representan inversiones en productos, salarios pagados a los empleados y facturas enviadas a los clientes. Conocer el negocio y sus principales prioridades y riesgos permitirá al CFO asignar mejor el capital, crear una estructura financiera que respalde los objetivos de la empresa a largo plazo y proporcionar a los líderes de la organización los datos y la información que necesitan para tomar decisiones fundamentadas.
El mundo de los negocios es vulnerable a choques económicos, eventos geopolíticos, fraudes y otros acontecimientos excepcionales (como, por ejemplo, la pandemia) que pueden desbaratar los planes financieros más sólidos. Por eso, un CFO excelente no solo debe disponer de un conocimiento exhaustivo del estado actual del negocio y sus mercados, sino también tener un ojo puesto en las amenazas potenciales. Los CFO deben asumir un papel de liderazgo en el análisis del conjunto de datos financieros y de mercado disponibles, tanto internos como externos, para identificar cambios en el mercado y las dinámicas competitivas que podrían poner en peligro la hoja de ruta financiera de su empresa. Con este fin, muchos CFO trabajan en estrecha colaboración con el director de estrategia y los líderes de las distintas líneas de negocio de la compañía para evaluar las dinámicas de mercado y no perder el ritmo frente a la competencia. También trabajan con el CIO y el director de seguridad de la información para evitar violaciones del sistema y fraudes.
El crecimiento es una prioridad para la mayoría de las empresas. Y cuando buscan introducir o expandir líneas de productos o entrar en nuevos mercados, a menudo se enfrentan a un viejo dilema: ¿comprar o partir de cero? Por supuesto, muchos factores y recursos no financieros pesan mucho en la decisión de optar por un crecimiento orgánico o inorgánico, como los activos internos de ingeniería, desarrollo y fabricación, el modelo de negocio existente, la cultura de la empresa y la disponibilidad de oportunidades prometedoras para adquisiciones potenciales. Pero cuestiones de financiación y salud financiera, como el efectivo disponible, el valor de las acciones y los costes de endeudamiento, pueden ser decisivas para la estrategia de crecimiento. El CFO debe detallar al equipo de liderazgo de la empresa y a la junta directiva las ventajas y riesgos financieros de ampliar capacidades internamente o mediante adquisiciones. Los sistemas de información modernos pueden ser de gran ayuda para refinar su análisis de las implicaciones en términos de competitividad, obligaciones de deuda y tiempo de comercialización de cada enfoque, así como de las posibles sinergias de ingresos y los desafíos de integración empresarial derivados de las adquisiciones.
El personal de la organización financiera solía dedicar gran parte de su tiempo a introducir y actualizar manualmente cifras, generar informes, enviar facturas y gestionar pagos, procesos que consumían mucho tiempo y en los que era fácil cometer errores. Las aplicaciones en la nube modernas, especialmente aquellas que incluyen funciones de IA, automatizan gran parte de ese tipo de tarea, lo que libera a los miembros del equipo de finanzas para llevar a cabo análisis sofisticados de los datos que recopila la organización, así como para pronosticar tendencias financieras y realizar actividades más complejas. Al reducir el tiempo dedicado a funciones repetitivas, estas aplicaciones también pueden reducir los costes del departamento financiero, ya que impulsan la productividad y facilitan la integración y el intercambio de información útil.
La eficiencia es una palabra de moda en estos días en los que el objetivo de toda empresa es hacer más con menos. Pero, por lo general, la mejora de la eficiencia por sí sola sólo ofrece beneficios marginales. Una meta más adecuada para los CFO es la eficacia, que implica establecer una base técnica sólida para la rentabilidad y el crecimiento, en lugar de simplemente ajustar y simplificar lo que ya existe.
A menudo, las mejoras de la eficiencia son el resultado de la implementación de tecnologías, flujos de trabajo y procesos que no solo reducen los costes, sino también incrementan la productividad. La eficacia, por otro lado, a menudo se deriva de nuevas formas de gestionar las operaciones financieras que ofrecen los resultados empresariales deseados de manera más directa. Por ejemplo, la implementación de procesos más eficientes puede implicar despedir a empleados para reducir los gastos de mano de obra e incrementar la rentabilidad. Pero un CFO centrado en la eficacia podría optar por mejorar las competencias de esos mismos empleados, formarlos para trabajar de formas completamente nuevas y realizar tareas muy diferentes que impulsen el crecimiento.
Las declaraciones e informes de un líder financiero pueden inspirar a los inversores, motivar a los socios, atraer a los medios y alentar a los clientes a comprar más productos. Con solo pronunciar unas palabras, un CFO puede mover mercados. Su responsabilidad para con la empresa y sus accionistas es inmensa, por lo que resulta fundamental que los CFO creen un entorno de confianza, empezando por sus propios equipos. Los CFO siempre deben fomentar la honestidad y la integridad dentro de la organización financiera y en todas las esferas de la empresa. Eso implica que todos los empleados se sientan facultados para cuestionar prácticas o representaciones financieras, así como para expresar preocupación sobre posibles fraudes o declaraciones deshonestas. Un clima de libre expresión ofrece a todas las partes interesadas, ya sean empleados, inversores, reguladores o la prensa, la confianza de que el líder financiero de la organización está comunicando información precisa y completa. Asimismo, ayuda a garantizar que el CEO, la junta directiva y todos los líderes de las unidades de negocio tengan plena fe en la exactitud de la imagen de las finanzas de la empresa ofrecida por el CFO a la hora de tomar decisiones críticas de planificación, presupuestación y simulación de escenarios que definen el rumbo del desarrollo empresarial.
Los CFO son juzgados en gran medida por su capacidad para generar rendimiento de capital, lo que a menudo se reduce a impulsar el flujo de efectivo y los beneficios. El líder financiero puede alcanzar estos objetivos controlando los costes, mitigando los riesgos para garantizar la estabilidad financiera, optimizando las estructuras de deuda y capital y gestionando eficazmente el ciclo de conversión de efectivo, así como el capital circulante de la compañía.
Pero el flujo de efectivo y los beneficios no son lo mismo, y los CFO a menudo necesitan encontrar un equilibrio entre los dos. El flujo de efectivo afecta a la capacidad inmediata de una empresa para comprar inventario, abonar las nóminas, pagar sus deudas y mantenerse en funcionamiento, ya que los problemas de liquidez a menudo surgen mientras se espera que las facturas se procesen y las transacciones finalicen. Los CFO también deben entender que las inversiones estratégicas, ya sean en infraestructura de TI local, dispositivos IoT, integración de sistemas basados en la nube o activos no técnicos como bienes inmuebles o personal adicional, pueden requerir diferentes estructuras de capital que impliquen un endeudamiento mayor y gastos operativos que pueden causar mermas de la rentabilidad y el flujo de caja a corto y largo plazo. Sin embargo, eso no significa que deban evitarse si son críticas para estimular el crecimiento.
Las últimas aplicaciones basadas en la nube brindan a los equipos financieros las herramientas de datos y análisis que necesitan para automatizar y mejorar las funciones financieras básicas, lo que permite al CFO centrarse en la consecución de los objetivos empresariales estratégicos.
Oracle Fusion Cloud Financials forma parte de la suite de aplicaciones Oracle Fusion Cloud Enterprise Resource Planning (ERP) y ofrece a los CFO una visión en tiempo real de la posición financiera de su empresa y de sus perspectivas de evolución, para que puedan reaccionar rápidamente frente a nuevas oportunidades y desafíos. Otras soluciones de esta completa suite ERP respaldan la gestión de la cadena de suministro, la gestión de proyectos, las compras, la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo, y ayudan a garantizar procesos coherentes y una única fuente de datos para todas las funciones empresariales. Las herramientas de análisis avanzado de datos con IA ayudan a los CFO a prever riesgos, optimizar y automatizar procesos y fundamentar sus decisiones.
A medida que los CFO se convierten en líderes empresariales, las aplicaciones financieras basadas en la nube les ayudan a ir más allá de sus responsabilidades tradicionales (cerrar la cuentas e informar sobre las finanzas), lo que les permite mirar hacia el futuro para evaluar los riesgos, identificar oportunidades y establecer un rumbo que favorezca el crecimiento.
"Estas tecnologías basadas en la nube permiten a los CFO eliminar las tareas repetitivas para dedicar más tiempo a la estrategia", afirma John Hallin, vicepresidente de Oracle Consulting. "En la actualidad, los CFO tienen que pensar en el futuro del negocio, dando fe al mismo tiempo de la fidelidad de sus sistemas contables. Los CFO tienen el imperativo de mirar a lo lejos en lugar de mirar simplemente hacia adentro".
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