La seguridad en la nube hace referencia a un conjunto de políticas, controles y tecnologías para proteger los datos, las aplicaciones y los servicios de infraestructura. Todos estos componentes trabajan juntos para ayudar a que los datos, la infraestructura y las aplicaciones se mantengan seguros. Estas medidas de seguridad protegen un entorno informático en la nube contra amenazas y vulnerabilidades de ciberseguridad internas y externas.
A medida que las empresas impulsan las iniciativas de transformación digital (DX), reestructuran sus operaciones de manera agresiva y replantean los modelos comerciales completos con servicios en la nube, su estrategia también está creando nuevas oportunidades para que los ciberdelincuentes cometan delitos cibernéticos. Los controles de seguridad efectivos con frecuencia llegan tarde, ya que estas organizaciones se mueven rápidamente para transformar digitalmente sus operaciones. A menudo, las empresas no adoptan las mejores prácticas probadas, lo que dificulta, o incluso imposibilita, la evaluación y gestión del riesgo. A medida que las empresas se adaptan al cambio en curso y avanzan agresivamente hacia la adopción de la nube, es necesario unificar perspectivas y agendas dispares en una estrategia cohesiva. Las organizaciones que abordan la adopción de la nube como una oportunidad para integrar de forma proactiva una cultura que “prioriza la seguridad” tendrán que encontrar un equilibrio entre permitir el uso de servicios en la nube y proteger las transacciones y los datos confidenciales.
La seguridad en la nube brinda a las organizaciones un enfoque para abordar los requisitos de seguridad y garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos. Una seguridad efectiva en la nube requiere varias capas de defensa en toda la pila tecnológica en la nube, que deben incluir:
El aprendizaje automático y la inteligencia artificial amplían las tecnologías de detección de contexto en la cartera de seguridad en la nube. Con la seguridad en la nube, las empresas obtienen protección en IaaS, PaaS, y SaaS y, a su vez, extienden la seguridad a las capas de red, hardware, chip, sistema operativo, almacenamiento y aplicación.