Mike Chen | Estratega de Contenido | 20 de marzo de 2023
Si sigues dependiendo principalmente de un centro de datos local, el paso a la informática en la nube brindará muchas ventajas a tu negocio y un abanico de funcionalidades técnicas, con niveles de precios diseñados para adaptarse a casi cualquier caso de uso o presupuesto. Incluso si tu organización se enfrenta a las barreras habituales para migrar a la nube, como datos altamente confidenciales o necesidades de alto rendimiento, alguno de los distintos modelos operativos de informática en la nube podrá ofrecerte capacidad, escalabilidad, rendimiento y seguridad por un coste similar o probablemente inferior al de tu centro de datos local, sin los gastos iniciales ni la sobrecarga de tareas para tu personal.
La informática en la nube hace referencia a recursos informáticos, datos y aplicaciones que se ejecutan en servidores de un centro de datos mantenido por un proveedor de nube y a los que se accede a través de Internet.
El paso a un modelo de informática en la nube puede ofrecer beneficios mucho más allá de las operaciones de TI y proporcionar un rendimiento de inversión en toda la organización. La nube puede reducir el gasto de capital inicial y los costes de personal continuos necesarios para equipar y ejecutar un centro de datos local. Puede permitir a los equipos de TI centrarse más en nuevos proyectos y desarrollos y menos en el trabajo manual y repetitivo. En términos más generales, la aplicación de las mejores prácticas de la industria integradas a las aplicaciones en la nube puede ayudar a mejorar los procesos de negocio y aumentar la productividad de los empleados. Es posible acceder a la infraestructura y las aplicaciones en la nube de forma remota, lo que mejora la eficiencia y facilita el trabajo remoto. A su vez, esto impulsa la satisfacción y la retención de los empleados. Asimismo, ser capaz de agregar (o reducir) rápidamente capacidad informática o adoptar nuevas funcionalidades puede ayudar a una organización a aprovechar mejor las oportunidades o a reaccionar en tiempo de recesión.
La tecnología en la nube se puede ofrecer mediante modelos de nube pública, privada e híbrida.
Nube pública
Una nube pública es aquella en la que el proveedor de nube ofrece capacidad informática y aplicaciones a través de Internet, la infraestructura informática reside en el centro de datos del proveedor y los clientes de la nube comparten la infraestructura de TI del proveedor. Esto significa que múltiples organizaciones pueden ejecutar cargas de trabajo en cualquiera de los servidores de la nube pública. Los proveedores de nube pública suelen ofrecer un modelo de pago por uso por niveles con estándares de disponibilidad, rendimiento y velocidad (denominados acuerdos de nivel de servicio o SLA). Las organizaciones no necesitan realizar tareas de mantenimiento, como aplicar parches de seguridad y actualizaciones de hardware, ya que estas son responsabilidad del proveedor. Esto significa que las organizaciones y su personal de TI pueden dedicar su energía a actividades más creativas, como desarrollar nuevas aplicaciones o explorar las posibilidades de algunas de las funciones que brinda la nube, como la inteligencia artificial y el machine learning.
Nube privada
En una nube privada, una sola organización utiliza una parte reservada de los recursos informáticos del proveedor de servicios en la nube. Dichos recursos pueden consistir en hardware dedicado del centro de datos del proveedor de nube o pueden alojarse en el centro de datos del cliente y ser gestionados por el proveedor. Las organizaciones suelen elegir una nube privada para gestionar datos confidenciales o satisfacer criterios de rendimiento específicos, requisitos de control de datos u otras necesidades empresariales que justifiquen el coste, superior al que supone compartir recursos en una nube pública. Con algunos proveedores de nube privada, la movilidad de datos, la disponibilidad de funciones y la escalabilidad pueden ser limitadas, unos factores que deben tenerse en cuenta a la hora de tomar cualquier decisión de utilización de una nube privada.
Nube híbrida
Las nubes híbridas combinan la nube pública y la privada y, en algunos casos, también incluyen centros de datos locales. Las nubes híbridas se pueden configurar de distintas formas para satisfacer las necesidades únicas de cada organización, y el diseño final suele depender de qué datos necesitan controlarse estrechamente y cuáles se pueden almacenar en recursos compartidos. Por ejemplo, una organización puede optar por ejecutar sus operaciones internas rutinarias, como las de finanzas y cadena de suministro, en una nube privada, mientras ejecuta sus aplicaciones web orientadas al cliente en una nube pública para que puedan escalarse y reducirse verticalmente en función de las fluctuaciones de la demanda. O tal vez, una organización puede optar por la nube pública para alojar datos genéricos y menos sensibles y recurrir a una nube privada para datos como historias clínicas o información confidencial de los clientes sujeta a requisitos normativos más estrictos. Al utilizar una nube híbrida, es de crucial importancia contar con un plan claro en cuanto a la funcionalidad, la seguridad y el rendimiento de cada elemento para garantizar un funcionamiento fluido y una alta disponibilidad.
La informática en la nube alude al software, el hardware y los datos a los que se puede acceder a través de Internet y que una organización alquila mediante un modelo de pago por consumo o de suscripción. Hay tres tipos principales de servicios en la nube.
IaaS, PaaS y SaaS son servicios que se ejecutan en la nube, pero ¿cuál es la estructura subyacente? Para satisfacer la variedad de requisitos de las distintas organizaciones, la tecnología en la nube ofrece varios modelos de despliegue, entre los cuales se encuentran los siguientes:
Conclusiones clave
Según IDC, OCI puede brindar un rendimiento de inversión (ROI) del 474 % a cinco años y una reducción del 53 % del coste total de propiedad (TCO).
La velocidad, el ahorro de costes y la escalabilidad son solo tres de las razones por las que las empresas se trasladan a la nube. La siguiente lista incluye 11 ventajas que cubren la amplia gama de beneficios posibles.
Para muchas organizaciones, la principal razón para recurrir a servicios en la nube es simple: cuesta menos que gestionar un centro de datos local. En lugar de los elevados costes iniciales, los clientes de la nube pagan por la TI como un gasto operativo. Los proveedores de servicios en la nube se benefician de economías de escala que pueden repercutir en los clientes. Además, una organización basada en la nube necesita menos expertos de TI dedicados al mantenimiento, ya que no es necesario gestionar un centro de datos, mantener el hardware, aplicar parches y actualizar el software. En su lugar, el personal de TI puede dedicar su tiempo y energía a tareas más estratégicas.
La infraestructura y las aplicaciones en la nube permiten a las organizaciones reaccionar rápidamente cuando se plantean nuevas oportunidades y problemas por medio de innovaciones tecnológicas. Los equipos de TI pueden implementar nuevas aplicaciones en la nube más rápido porque no es necesario adquirir y desplegar hardware de centro de datos ni instalar software. Tras la puesta en marcha de las aplicaciones en la nube, los usuarios obtienen acceso a nuevas funcionalidades con regularidad sin tener que instalar actualizaciones de software. Dado que los equipos ya no tienen que preocuparse de comprar y aprovisionar hardware, bases de datos y contenedores, los nuevos proyectos de desarrollo se pueden configurar en entornos de desarrollo de aplicaciones en cuestión de minutos.
La infraestructura en la nube permite a las organizaciones aumentar o disminuir su potencia informática a medida que evoluciona la demanda. Por ejemplo, la transición al trabajo híbrido y a distancia en todo el mundo durante los primeros días de la pandemia de COVID-19 generó una repentina dependencia de las videoconferencias, y los proveedores de vídeo, como Zoom, pudieron aumentar su capacidad para satisfacer ese aumento de la demanda gracias a la infraestructura basada en la nube. En términos más generales, los proveedores de servicios en la nube permiten a muchas organizaciones incrementar con éxito los recursos informáticos para hacer frente a los picos de ventas en línea y reducirlos si las ventas disminuyen, lo que minimiza los costes operativos. Sería imposible lograr un aumento o una reducción de los recursos disponibles tan rápidamente utilizando un centro de datos propiedad de las compañías.
Independientemente del talento o el tamaño del equipo de TI de un centro de datos local, resulta casi imposible competir con los recursos que un proveedor de servicios en la nube puede dedicar a la supervisión de la seguridad, la aplicación de parches, la investigación y el desarrollo. Un proveedor de servicios en la nube controla constantemente las amenazas de seguridad, aplica parches y actualiza los sistemas, a menudo mediante automatización, de un modo que solo resulta posible gracias a la nube. Por el contrario, muchas organizaciones de TI encuentran dificultades para mantener los parches de hardware y software al día, lo que genera vulnerabilidades y filtraciones. Además, muchos entornos de nube proporcionan funciones de seguridad integradas que pueden facilitar la implementación de herramientas como la autenticación de dos factores y el cifrado de datos.
Los proveedores de servicios en la nube ejecutan un servidor determinado con una tasa de utilización mucho mayor (esto es, usan más capacidad de una máquina determinada) que los centros de datos locales convencionales. Los centros de datos tradicionales presentan tasas de utilización reducidas, lo que significa que se desperdicia mucha energía en los servidores en ejecución con capacidad inactiva, ya sea para satisfacer los picos ocasionales en la demanda o debido a la complejidad del equilibrado de las cargas de trabajo entre los servidores. La alta tasa de utilización de los proveedores de servicios en la nube favorece un consumo más eficiente de la electricidad. Asimismo, muchos proveedores de servicios en la nube se han comprometido a reducir sustancialmente sus emisiones de carbono en el transcurso de esta década, y un gran número de ellos se han propuesto como objetivo alcanzar las cero emisiones netas utilizando fuentes de energía renovables.
Los picos repentinos en la demanda pueden ralentizar los sistemas de TI hasta el punto de generar un efecto dominó que dificulta el trabajo de los empleados y entorpece la productividad. Las interrupciones totales son aún más dañinas. Una solución en la nube ofrece capas de mitigación, incluida una combinación de opciones de failover y gestión de recursos automatizada para ayudar a mantener las aplicaciones en ejecución. Por ejemplo, si un proveedor de nube registra un pico en la demanda de una aplicación, puede asignarle automáticamente algunos recursos de aplicaciones con menos uso. Este tipo de automatización en tiempo real maximiza la fiabilidad sin ninguna carga para el personal de TI de las organizaciones.
Trasladar el centro de datos y las aplicaciones de una organización a la nube facilita el teletrabajo, un importante aliciente para muchos candidatos a las ofertas de empleo. Las aplicaciones y la infraestructura en la nube permiten a las organizaciones realizar la transición al trabajo a distancia más fácilmente, ya que los empleados pueden acceder a aplicaciones esenciales, como las de contabilidad, cadena de suministro y RR. HH., a través de sus exploradores. Incluso el personal que necesita acceder a cargas de trabajo de alto rendimiento, como las de ingeniería, machine learning y simulaciones digitales, puede acceder a ellas mediante la infraestructura en la nube.
Un centro de datos vale tanto como su plan de recuperación ante desastres y continuidad del negocio. Los proveedores de servicios en la nube maximizan la disponibilidad con redundancia y distribución sólidas a través de zonas independientes dentro de sus centros de datos y en múltiples instalaciones de nube. La recuperación ante desastres se integra de forma inherente en la estrategia de informática en la nube de las organizaciones sin necesidad de realizar una inversión adicional importante.
Al migrar a la nube, los departamentos de TI ya no tienen que gestionar tareas de mantenimiento o actualización que consumen mucho tiempo, ya que ahora se encarga de ellas su proveedor de servicios en la nube. La automatización es un factor clave de la eficiencia de una organización, y las aplicaciones en la nube pueden ayudar a optimizar las tareas repetitivas y rutinarias en áreas como las finanzas, los RR. HH., la cadena de suministro, el marketing y las ventas.
La tecnología en la nube ha cambiado significativamente la forma en que las personas colaboran en línea. Las aplicaciones en la nube permiten un acceso remoto más eficaz, como se ha indicado anteriormente. Pero lo que es aún más importante, como todo el personal accede a la misma instancia de las aplicaciones basadas en la nube y a los mismos datos a través de un explorador, los empleados de cada esfera de la organización pueden colaborar sabiendo que todos trabajan con la misma información, lo que permite una toma de decisiones más rápida y fundamentada.
La velocidad a la que las empresas pueden agregar y adoptar aplicaciones e infraestructura en la nube les permite aprovechar nuevas oportunidades de negocio y desarrollar capacidad para soportar un rápido crecimiento. Cuando las empresas alcanzan un tamaño demasiado grande como para seguir utilizando sus sistemas antiguos para sus operaciones internas (por ejemplo, finanzas, RR. HH. o servicio al cliente), pueden implementar aplicaciones basadas en la nube más rápidamente de lo que lograrían implementar aplicaciones locales convencionales. Asimismo, al utilizar servicios de plataforma e infraestructura basados en la nube, cuando se inician los planes de crecimiento de una empresa, los proveedores de servicios en la nube pueden escalar verticalmente para adaptarse a los picos de demanda y mantener en funcionamiento los sistemas orientados al cliente de los que dependen las ventas.
Si estás pensando en realizar una migración a la nube, comienza por evaluar las necesidades de tu centro de datos, desde el incremento de capacidad necesario hasta las próximas actualizaciones de hardware, las funcionalidades de recuperación ante desastres y la capacidad de respuesta de tu negocio. Una vez que dispongas de esa información, es el momento de identificar los mejores modelos de servicio y opciones de despliegue en la nube para tu organización y compararlos con tu situación actual. Tanto si eliges un modelo público como uno privado o híbrido, la migración a la nube ha demostrado brindar ventajas tangibles en áreas que incluyen ahorro de costes, el tiempo de comercialización y el rendimiento y la fiabilidad del sistema.
Oracle Cloud Infrastructure (OCI) es una nube de segunda generación que ofrece todos los servicios necesarios para migrar, crear y ejecutar las aplicaciones y la infraestructura que necesitas para afrontar tus mayores desafíos. Desde la ejecución de software empresarial en entornos locales hasta el desarrollo de nuevas aplicaciones nativas en la nube, OCI permite a las organizaciones migrar cargas de trabajo a la nube sin una costosa reestructuración. OCI también admite arquitecturas multicloud: por ejemplo, Oracle Database Service for Microsoft Azure permite a las organizaciones ejecutar cargas de trabajo empresariales esenciales en OCI y Azure. OCI ofrece servicios en más de 40 regiones de nube en todo el mundo, lo que ayuda a las organizaciones a cumplir sus requisitos de residencia de datos. También ofrece varias opciones Oracle Cloud@Customer para aquellas organizaciones que necesitan desplegar servicios en la nube en sus propios centros de datos, lo que ofrece a los clientes un mayor control sobre sus datos. Para las organizaciones que despliegan aplicaciones de SaaS, Oracle Fusion Cloud Applications ofrece el conjunto más amplio de aplicaciones en la nube de la industria, con aplicaciones de ERP, HCM, cadena de suministro, marketing y ventas, así como aplicaciones específicas para los sectores de las ciencias biológicas, los servicios financieros, las telecomunicaciones y muchos más.
¿Cómo ayuda un entorno de nube a nuestros usuarios finales?
La tecnología en la nube suele ser más ágil que un centro de datos local, y a menudo es más segura, con funcionalidades de recuperación ante desastres más sólidas. La infraestructura y las aplicaciones basadas en la nube pueden crear una experiencia más rápida y estable para los usuarios finales, con actualizaciones y acceso a las nuevas funciones más rápidos.
¿Qué hará el personal de TI cuando los datos se migren a un proveedor de servicios en la nube?
Al migrar de un centro de datos gestionado por la compañía a una infraestructura en la nube, el personal de TI ya no tiene que preocuparse por el mantenimiento físico relacionado con los servidores, routers y cables. En su lugar, pueden dedicar su tiempo a desarrollar nuevas aplicaciones, explorar las oportunidades que abren tecnologías emergentes como el machine learning, mejorar procesos y responder a las nuevas necesidades empresariales.
¿Qué sucede cuando un desastre afecta el centro de datos de un proveedor de nube?
Cualquier centro de datos es vulnerable a problemas, desde fallos de hardware hasta desastres naturales. La recuperación ante desastres y la continuidad del negocio son dos de los puntos fuertes de la tecnología en la nube. Dado que las nubes se crean con numerosas capas de redundancia y failover, con zonas de disponibilidad dentro de regiones en la nube y opciones para distribuir cargas de trabajo en centros de datos geográficamente distantes, no existe un único punto de fallo.
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