¿Qué es la optimización de costes en la nube? Estrategia y mejores prácticas

Kevin Bogusch | Analista de competencia sénior de Oracle | 22 de enero de 2024

Todos los que poseen una casa saben lo difícil que es mantener el garaje limpio. Empiezas con un entorno limpio y un espacio de almacenamiento que parece ilimitado, un banco de trabajo y tal vez incluso algún aparato para hacer ejercicio. Pero pronto algunas cajas van aquí, otras allá, y la zona se convierte en un laberinto caótico con poco espacio para caminar, y mucho menos para aparcar un coche.

El entorno de cloud computing puede presentar el mismo desafío. A medida que las empresas aprovechan la escalabilidad y flexibilidad de la nube para aprovisionar servidores e instancias informáticas en cuestión de minutos, los entornos de nube pueden abarrotarse pronto de recursos sin utilizar o infrautilizados, lo que agrega una complejidad innecesaria y se come los presupuestos de TI. No en vano, aunque la cloud computing ofrece a los clientes la ventaja de pagar solo por los recursos en la nube que elijan, los proveedores de servicios de nube (CSP) pueden seguir cobrando a los clientes tanto si usan esos recursos como si no.

Aquí es donde entra en juego la optimización de los costes de nube. Su objetivo es hacer que los entornos de nube sean más eficientes y menos complejos y, en última instancia, menos costosos. En este artículo examinamos cómo funciona este proceso, por qué puede ser difícil de implementar y qué mejores prácticas se deben seguir para optimizar los costes de la nube con éxito.

¿Qué es la optimización de costes en la nube?

La optimización de costes de nube es el proceso de reducir los costes generales de los servicios de cloud computing al tiempo que se mantiene o mejora el rendimiento. El objetivo de la optimización de costes de nube es alinear los costes con las necesidades reales sin comprometer la calidad ni el rendimiento del servicio, generalmente evitando gastos como los recursos sobreaprovisionados, las instancias no utilizadas o la arquitectura ineficiente. Se trata de un acto de equilibrio entre mantener unos costes bajos y proporcionar los recursos en la nube adecuados para garantizar el máximo rendimiento, impulsar el crecimiento y asegurar el cumplimiento y la seguridad de los datos.

La optimización de costes de nube también es un proceso dinámico, ya que los requisitos de carga de trabajo en la nube evolucionan constantemente, al igual que los precios y las opciones de servicio de nube. El resultado es que la optimización de costes en la nube requiere métricas detalladas, análisis y herramientas automatizadas.

En general, la optimización de costes de nube implica dos iniciativas básicas.

  • Compras inteligentes de servicios de nube: una ventaja de la cloud computing es que permite a los empleados autorizados comprar servicios de nube rápidamente para satisfacer la demanda. Pero, a pesar de tener las mejores intenciones, los equipos de TI pueden embarcarse inadvertidamente en más recursos de los que necesitan. Por este motivo, es necesario contar con políticas de gobernanza sólidas sobre las compras de nube a fin de garantizar que las empresas saquen el máximo provecho de sus inversiones de nube. La gobernanza implica establecer presupuestos claros y revisar la información de facturación; aprovechar las oportunidades de ahorro de costes, como los descuentos por volumen de compra y pago por adelantado; y supervisar las anomalías en los costes para identificar y abordar picos o ineficiencias inesperados.
  • Optimización de la capacidad en la nube: la facilidad y la velocidad con las que los equipos de TI pueden adquirir y aprovisionar recursos en la nube a veces pueden tener consecuencias costosas e inesperadas. Si las empresas no disponen de visibilidad del uso de recursos, por ejemplo, pueden aprovisionar involuntariamente excesivos recursos de nube comprando más capacidad de servidor o almacenamiento de la que necesitan, lo que lleva a una capacidad inactiva o no utilizada. Los equipos también pueden olvidarse de cerrar los recursos que ya no necesitan. Las empresas pueden mitigar esto mediante la supervisión continua del uso con herramientas de automatización y supervisión en la nube y la realización de revisiones periódicas de optimización. Este proceso, conocido como "ajuste de tamaño", ayuda a garantizar que se asignen los recursos de nube más rentables a cada carga de trabajo o aplicación. Además, las empresas deben supervisar las suscripciones de software en la nube no utilizadas, lo que también puede agregar costes innecesarios.

Conclusiones clave

  • Una ventaja crucial de la cloud computing es la capacidad de agregar servidores, almacenamiento y capacidad de red de forma rápida y sencilla para responder a las demandas de uso.
  • Los precios de la nube se han vuelto cada vez más complejos, lo que puede hacer que las empresas gasten inadvertidamente demasiado en recursos innecesarios.
  • La optimización de costes en la nube ayuda a las empresas a controlar los costes de nube y a mejorar los presupuestos, las previsiones y el rendimiento de TI.
  • Las mejores prácticas para la optimización de costes en la nube incluyen la definición de presupuestos estrictos y el uso de herramientas automatizadas para identificar y ajustar los recursos en la nube en cada momento.

Explicación de la optimización de costes en la nube

Cuando se comenzó a introducir la cloud computing, las empresas aprovecharon con entusiasmo la escalabilidad, la flexibilidad y el fácil aprovisionamiento de la nube, en muchas ocasiones sin ser completamente conscientes de los costes. Sin embargo, a medida que aumentaba la adopción de la nube, los modelos de precios y servicios se volvían más complejos, lo que generaba recursos en la nube infrautilizados y excesos de costes inesperados para muchas empresas.

Así nació la optimización de los costes de nube. Los primeros intentos de optimización de los costes de nube implicaban supervisar manualmente el uso y ajustar la asignación de recursos, pero el crecimiento continuo de la nube hacía de este proceso todo un desafío. Por ejemplo, los proveedores de nube comenzaron a ofrecer opciones casi ilimitadas de tamaños de instancias para las cargas de trabajo. Además del tamaño del servidor, los equipos de TI tenían que seleccionar opciones para memoria, bases de datos, potencia informática, gráficos, capacidad de almacenamiento y velocidad de transferencia de datos, entre otras variables. Con tantos factores a tener en cuenta, la elección de la instancia de tamaño adecuada para las cargas de trabajo se volvió difícil, y muchas empresas compraban involuntariamente más capacidad de la que necesitaban.

Para ayudar a los clientes a evitar gastos innecesarios, los proveedores de servicios de nube han comenzado a ofrecer herramientas completas de gestión de costes que proporcionan información sobre el uso de recursos, desgloses de costes y recomendaciones para la optimización. Además de estas herramientas de gestión de costes, muchas empresas han desarrollado estrategias y mejores prácticas para maximizar sus inversiones de nube. Estas incluyen el uso de la automatización para ampliar y reducir los recursos según sea necesario, la identificación de oportunidades de descuento con proveedores de nube y el control y ajuste continuos de sus servicios activos en la nube.

Muchas empresas también adoptan un enfoque estructurado para la optimización de costes de nube mediante la asignación de miembros de un equipo que se dedican a supervisar el proceso. Esa responsabilidad puede abarcar roles, como los de arquitecto de nube, gestor de operaciones de nube, analistas financieros de nube e ingenieros de costes de nube. Más habitualmente, las empresas crean una junta de gobernanza en la nube con varios implicados. También conocido como equipo de operaciones financieras o FinOps, este equipo se encarga de desarrollar e implementar las mejores prácticas para la gestión de costes, el mantenimiento, el cierre masivo de recursos no utilizados y otros procedimientos de reducción de costes.

¿Por qué es tan importante la optimización de costes de nube?

El control de costes es, obviamente, uno de los principales objetivos de la optimización de costes de nube, pero no es la única razón por la que este proceso es importante. La optimización de costes de nube también aborda los desafíos relativos a la seguridad y la optimización del rendimiento de la nube, al tiempo que proporciona otras ventajas.

Estas son las razones más importantes para implementar una estrategia de optimización de costes de nube.

  • Mayor ahorro de costes: las estimaciones del gasto de nube que se despilfarra son de preocupantes a alarmantes. En una encuesta de Flexera realizada en 2023 a responsables de la toma de decisiones de nube global, los encuestados indicaron un despilfarro de aproximadamente el 28 % de su gasto en la nube pública. El enfoque en las mejores prácticas y políticas de optimización de costes de nube ayuda a crear una cultura de conciencia de costes y enseña a los equipos a tener en cuenta el retorno de cualquier gasto en la nube. Esto permite a las empresas basar las futuras decisiones de compra de nube en datos sólidos, en lugar de en presentimientos. Según McKinsey Digital, los resultados de la optimización de costes de nube pueden ser drásticos y permitir a los líderes tecnológicos "reducir rápidamente hasta entre el 15 y el 25 % de los costes de sus programas de nube, al tiempo que preservan sus capacidades de generación de valor".
  • Mejora de la eficiencia: los recursos infrautilizados o inactivos, la optimización deficiente de las aplicaciones y los recursos de nube mal gestionados pueden agregar costes significativos a las operaciones de nube. Por ejemplo, una empresa de comercio electrónico podría pagar una tarifa plana mensual para ejecutar varias cargas máximas de servidor de manera ininterrumpida durante las temporadas de compras máximas. Sin embargo, durante las horas no pico, puede que esos servidores funcionen al 10 % de su capacidad, lo que significa que el 90 % del gasto de la compañía se despilfarra. Las herramientas de ajuste de tamaño y escalabilidad automática pueden ayudar a las empresas a identificar y fusionar recursos infrautilizados o sobreaprovisionados para reducir costes y, al mismo tiempo, aumentar el rendimiento de las aplicaciones. Esos ahorros de costes se pueden reasignar a otras partes del negocio que ofrezcan un mayor ROI.
  • Presupuestación más inteligente: las estrategias y los presupuestos de optimización de costes de nube tienen una relación mutuamente beneficiosa. El desarrollo y la comunicación de presupuestos detallados de nube ayudan a mantener los controles de costes. Del mismo modo, las estrategias de optimización de costes de nube ayudan a las empresas a pronosticar el gasto futuro de nube y a gestionar los presupuestos de forma más eficaz mediante análisis de uso histórico y una mejor visibilidad de los costes. Las herramientas de supervisión y generación de informes de costes pueden proporcionar información sobre el uso de recursos, los valores atípicos en los costes y cómo los diferentes servicios o cargas de trabajo contribuyen a los costes generales de la nube. Esto genera una base más precisa para la presupuestación y la previsión.
  • Mejora del rendimiento: la optimización de costes de nube también tiene implicaciones importantes para el rendimiento de las aplicaciones. Como se señaló anteriormente, los CSP ofrecen opciones aparentemente ilimitadas para que los clientes configuren instancias en la nube, lo que a menudo lleva a las empresas a comprar más servicios de los que necesitan. Un subproducto de la optimización de costes de nube es que permite comprender mejor los distintos requisitos de diferentes cargas de trabajo. El proceso proporciona a las empresas métricas operativas que les ayudan a seleccionar los umbrales de rendimiento para cada carga de trabajo con mayor precisión, lo que puede mejorar los tiempos de procesamiento y las experiencias de usuario.
  • Reducción de los riesgos de seguridad: la optimización de costes de nube no es el componente más importante de un programa integral de seguridad en la nube, pero ciertamente puede contribuir a la causa. Por ejemplo, al fusionar o eliminar recursos sobreaprovisionados y infrautilizados, las empresas pueden reducir las zonas expuestas. Además, el aumento de la visibilidad derivado de la supervisión del uso de la nube puede ayudar a las empresas a identificar posibles amenazas de seguridad. Las herramientas de optimización de costes de nube, como la escalabilidad automática o la infraestructura como código (IaC), que automatiza el aprovisionamiento de nube, también pueden ayudar a aplicar controles de seguridad de manera consistente y a reducir el riesgo de configuraciones incorrectas.
  • Mejora de la continuidad del negocio: la optimización de costes de nube anima a las empresas a distribuir recursos en varias regiones de disponibilidad para mejorar la resiliencia. Este proceso puede ayudar a mejorar la continuidad del negocio al reducir el riesgo de que se produzcan tiempos de inactividad y minimizar el impacto de las interrupciones. En caso de una interrupción, las herramientas de optimización de costes de nube para IaC, por ejemplo, pueden acelerar el despliegue y las pruebas de la infraestructura y las aplicaciones para que las empresas vuelvan a la normalidad rápidamente.
  • Mayor sostenibilidad: en general, la mayoría de las cosas que reducen el despilfarro promueven la sostenibilidad. Al ajustar sus servicios de nube y fusionar los recursos infrautilizados, las empresas pueden asignar los recursos de nube de manera más eficiente, lo que puede ayudar a minimizar su consumo de energía y a reducir su huella de carbono.

¿Por qué es tan difícil controlar los costes de nube?

Mantener los costes de la nube bajo control puede parecer algo inútil. Esto se debe a que muchos de los beneficios de la nube, como el autoservicio y los recursos ilimitadamente escalables, pueden ser una bendición, o una maldición si no se gestionan adecuadamente. Los modelos de precios de nube complejos suelen ser la raíz del problema.

Por ejemplo, los precios del software como servicio (SaaS) suelen basarse en el número de suscripciones de nube que compra una empresa, por lo que se requiere que las empresas supervisen cuidadosamente sus suscripciones para asegurarse de que no queden sin usar. Por otro lado, los modelos de infraestructura como servicio (IaaS) a menudo se basan en la cantidad de capacidad informática, de conexión en red y de almacenamiento que una empresa reserva en la plataforma de un CSP cada mes, lo que genera aún más complejidad.

En un entorno de nube descentralizado, los equipos de TI pueden encontrarse con la nueva habilidad de poder tomar decisiones inmediatas con respecto a los nuevos recursos en la nube. A medida que más equipos de una organización aprovechan esta habilidad, los costes se pueden acumular rápidamente, especialmente si nadie supervisa si se necesitan nuevos recursos o durante cuánto tiempo se necesitan. Las funciones de escalabilidad automática que ofrecen algunos proveedores de servicios de nube pueden ayudar a controlar los costes, pero no son la panacea. Las empresas deben seguir estableciendo políticas de escalabilidad automática claras que especifiquen los activadores de escalabilidad en función de las métricas de rendimiento y que establezcan límites de escalabilidad mínimos y máximos.

La complejidad de la facturación de la nube también puede agravar los desafíos de la optimización de costes de nube. El problema: todas esas innumerables opciones de configuración de nube pueden tener su propio modelo de precios. Como resultado, la factura media de la nube puede contener cientos, si no miles, de líneas de datos. A medida que los proveedores de servicios de comunicaciones agregan nuevas funciones y estructuras de precios, la complejidad aumenta aún más. Esto se aplica en particular a las empresas que utilizan varios CSP, cada uno con su propia terminología de facturación. En la mayoría de los casos, la tarea de comprender y asignar cada línea de una factura de nube recae en un profesional de finanzas que probablemente no tenga la formación ni la experiencia para interpretar los cargos. Como resultado, es probable que no puedan asesorar a los equipos de TI sobre cómo optimizar el gasto.

Introducción a la optimización de costes en la nube

La optimización de costes en la nube es una práctica diaria. A diferencia de la contabilidad, por ejemplo, donde los requisitos de informes mensuales o trimestrales dictan cuándo las empresas deben aumentar sus actividades para cumplir los plazos establecidos, la optimización de los costes de nube es proactiva y constante. La innovación continua en la nube y los cambios en las prioridades organizativas hacen que sea vital prestar mucha atención a los detalles para optimizar los costes de nube. Teniendo esto en cuenta, cuanto antes puedan crear las empresas un grupo permanente con diversos actores de la nube para supervisar los costes y las políticas de la nube, más fácil resultará el control continuo de los costes.

8 estrategias y mejores prácticas de optimización de costes de nube

Contar con unas políticas claras para adquirir e implantar recursos de nube es fundamental a la hora de garantizar las mejores prácticas de optimización de costes de nube. Una vez implementadas estas políticas, las empresas pueden integrarlas en los flujos de trabajo de nube para automatizar el proceso de detección en tiempo real y la respuesta oportuna.

Las siguientes ocho mejores prácticas pueden ayudar a las empresas a establecer una disciplina de costes para el gasto de nube:

Ocho mejores prácticas que pueden ayudar a las empresas a establecer una disciplina de costes para el gasto de nube
La aplicación de mejores prácticas, como la revisión de la facturación, la definición de presupuestos, la identificación de recursos no utilizados o el aprovechamiento de descuentos, puede ayudar a las empresas a establecer una disciplina de costes en sus gastos de nube.
  1. Revisar los precios y la información de facturación para detectar anomalías: interpretar una factura de nube larga y granular de un proveedor de servicios de comunicaciones es más fácil si las empresas dedican tiempo a centrarse en áreas específicas de alto gasto. Por ejemplo, es importante comprender íntegramente los gastos por los servicios gestionados de computación, almacenamiento y adición de valor —por ejemplo los servicios de base de datos—, ya que estos tienden a ser los responsables de la mayor parte de los costes de nube.

    La mayoría de los proveedores de servicios de comunicaciones ofrecen herramientas de gestión de costes que pueden identificar tendencias, anomalías e inductores de costes antes de que el gasto de los clientes se descontrole. Además, las recientes innovaciones en la gestión de costes de nube han incorporado el machine learning para detectar patrones inusuales en el uso y los costes de la nube. Los mapas térmicos visualizan picos y valles en la demanda, lo que puede ayudar a las empresas a determinar cuándo cerrar los servicios de nube para ahorrar dinero. La mayoría de las herramientas de gestión de costes también permiten a los clientes configurar alertas para notificarles cuando los costes o el uso superan los límites predefinidos.

    Además, las empresas pueden aprovechar las estrategias de etiquetado para gestionar los gastos. Los CSP permiten a los clientes etiquetar artículos en facturas de nube, por ejemplo, por departamento o proyecto, para ayudar a segmentar los costes en categorías personalizadas de cara a evaluar el ROI de las inversiones específicas de nube.

  2. Definir los presupuestos: una vez que las empresas entienden los patrones de uso y facturación de nube, pueden presupuestar más fácilmente los gastos futuros y evitar costes inesperados. A diferencia de los gastos de TI locales, que requieren inversiones iniciales elevadas y a menudo desconocidas, el gasto de nube incluye suscripciones mensuales con tarifas por uso que pueden variar de un mes a otro. Por este motivo, las empresas deben implantar políticas de gobernanza que alineen los costes y el rendimiento de TI sin limitar la agilidad que ofrece la cloud computing. Para ello, se requiere una colaboración estrecha entre los departamentos de finanzas y de TI. Por lo tanto, las empresas deben considerar la posibilidad de incluir a los miembros del equipo de TI —como desarrolladores, operadores de sistemas y profesionales de la seguridad— en sus debates sobre la presupuestación de nube.

  3. Aprovechar el diseño nativo de nube: las empresas tienen varias opciones a su disposición al considerar la migración a la nube. Desmantelar y cambiar los entornos locales a la nube permite migrar rápidamente sus aplicaciones locales sin modificaciones, pero esto conlleva ventajas y desventajas. Dado que la mayoría de las aplicaciones heredadas no se han diseñado para la nube, las empresas no pueden aprovechar algunas ventajas clave, como los servicios gestionados para el mantenimiento, la aplicación de parches y las actualizaciones. Las aplicaciones heredadas también tienden a utilizar los recursos en la nube de manera ineficiente, lo que aumenta los costes de la nube.

    Por el contrario, las aplicaciones nativas de nube se diseñan teniendo en cuenta la eficiencia. Al diseñar o utilizar aplicaciones nativas de nube, las empresas pueden aprovechar los servicios gestionados, así como las herramientas críticas de optimización de costes, por ejemplo, la escalabilidad automática. Sin embargo, seguir una estrategia de desarrollo nativa de nube puede generar costes iniciales adicionales, ya que es posible que las empresas necesiten formar al personal en una metodología de desarrollo completamente nueva.

  4. Identificar recursos no utilizados o inactivos: con tantas opciones de instancia disponibles, los administradores de la nube pueden optar involuntariamente por una potencia informática excesiva. Además, los desarrolladores pueden crear fácilmente instancias informáticas, equilibradores de carga, volúmenes de almacenamiento y otros recursos de nube según sea necesario, pero es posible que olviden anular el aprovisionamiento de estos recursos cuando finalice un proyecto. Dependiendo de sus planes de pago, puede que se cobre a las empresas por los recursos no utilizados o inactivos y que, en última instancia, paguen por más de lo que necesitan.

    Como práctica recomendada, es aconsejable utilizar herramientas de gestión de nube de proveedores de servicios de comunicaciones o proveedores externos para realizar un seguimiento del uso, identificar recursos inactivos o infrautilizados y detectar posibles ahorros. Por ejemplo, el minorista brasileño de muebles Tok&Stok utiliza una herramienta de supervisión de Oracle para lograr una mayor autonomía sobre sus recursos de nube, lo que reduce los costes incurridos por los servidores inactivos. La herramienta ajusta automáticamente la capacidad informática para escalarla de acuerdo con las demandas de las operaciones diurnas y los picos en contraposición con las operaciones nocturnas o de fin de semana. Las plataformas de nube también pueden disparar alertas cuando el uso esté por debajo de unos niveles predeterminados, y los recursos inactivos e infrautilizados se pueden fusionar en menos instancias para reducir los costes y aumentar el rendimiento de las aplicaciones.

  5. Ajustar el tamaño de los servicios de nube: una vez que hayan identificado recursos de nube infrautilizados, las empresas pueden modificar sus cargas de trabajo para que se ajusten a un uso, un tamaño y una rentabilidad. El proceso de ajuste de tamaño implica el análisis de los patrones de uso y las métricas de rendimiento de las aplicaciones y cargas de trabajo, normalmente mediante herramientas de gestión de costes de nube. Mediante un control y un análisis periódicos, las empresas pueden identificar los recursos de nube mal gestionados y volver a alinearlos con las necesidades de cada carga de trabajo. Por ejemplo, una instancia optimizada para una determinada memoria puede terminar ejecutando más tareas vinculadas a recursos informáticos, ya sea porque se ha sobreaprovisionado o porque la finalidad de la aplicación ha cambiado con el tiempo. En este caso, una empresa podría ahorrar mucho dinero cambiando el tamaño a una instancia optimizada para los recursos informáticos.

    Las empresas pueden acelerar sus esfuerzos de ajuste de tamaño con herramientas de automatización, como la escalabilidad y las tecnologías IaC, que activan acciones inmediatas basadas en análisis continuos. La mayoría de los CSP ofrecen herramientas de escalabilidad automática que agregan o reducen automáticamente las instancias de servidor y el almacenamiento de un cliente de acuerdo con los parámetros predefinidos de ese cliente. Un minorista puede agregar automáticamente servidores de nube para hacer frente a los picos de trabajo durante las compras navideñas, por ejemplo, y reducirlos después automáticamente a medida que disminuye la demanda. Esta ampliación automática ayuda a garantizar que los clientes no paguen por las instancias de servidor no utilizadas. Otro ejemplo: el proveedor de CRM en la nube Star CRM utiliza la escalabilidad automática en su entorno de Oracle Cloud Infrastructure (OCI) para realizar ajustes dinámicos durante los períodos de máxima actividad. La empresa paga por la capacidad informática adicional solo cuando es necesario.

    Además, IaC automatiza el aprovisionamiento de servidores en función de los datos introducidos por el cliente, por lo que las nuevas instancias de servidor se optimizan automáticamente para ajustarse a la cantidad adecuada de capacidad informática y de almacenamiento de sus cargas de trabajo específicas. Esto ayuda a las empresas a evitar malgastar dinero con la configuración involuntaria de sus recursos en la nube.

  6. Consulta los descuentos y los planes de ahorro: la mayoría de los proveedores de servicios de nube ofrecen descuentos para ayudar a las empresas a reducir su gasto de nube, aunque no todas las cargas de trabajo podrán disfrutarlos. Los siguientes tres programas de descuento pueden generar ahorros significativos:
  • Instancias reservadas: las instancias reservadas (IR) pueden ofrecer descuentos sustanciales en los precios si las empresas se comprometen a utilizar tipos de instancias específicos durante un período definido, normalmente de uno a tres años. Aunque es poco probable que las instancias reservadas sean efectivas para cargas de trabajo impredecibles, las empresas pueden ahorrar hasta un 75 %, según se anuncia, en comparación con los precios bajo demanda en caso de cargas de trabajo estables y predecibles, como las aplicaciones esenciales que se ejecutan continuamente. Dado que las IR generalmente se facturan por adelantado, las empresas pueden entender claramente sus patrones de uso a largo plazo para determinar compromisos precisos.

    Los proveedores de servicios de nube también ofrecen planes de ahorro que, como las IR, se basan en compromisos de prepago por el uso de los recursos de nube a lo largo del tiempo. Los planes de ahorro son compromisos de gasto, generalmente medidos por hora, independientemente del tipo de instancia o región. Los planes de ahorro pueden ofrecer más flexibilidad que las IR, que son esencialmente compromisos de niveles de capacidad y tipos de instancias específicos. Por tanto, los planes de ahorro son más favorables para las empresas que esperan una cierta cantidad de gasto de nube, pero cuyas necesidades probablemente cambien.

  • Instancias puntuales: las instancias puntuales son una especie de subastas de nube que realizan los proveedores de servicios de comunicaciones para vender el inventario no utilizado. Si bien estos recursos de última hora pueden generar enormes ahorros —hasta un 90 % de descuento en los precios bajo demanda anunciados— no están exentos de algunas advertencias. Los descuentos de instancias puntuales fluctúan en función de la disponibilidad y la demanda. Por lo tanto, no es posible predecir cuándo estarán disponibles las instancias puntuales, si es que lo están, o si se aceptará una oferta. Incluso si una empresa consigue comprar una instancia puntual, la instancia a menudo viene con limitaciones. Por ejemplo, los CSP pueden interrumpir las instancias puntuales con poco aviso si los costes superan el precio máximo de oferta de la empresa o si la disponibilidad es limitada. Esto hace que las instancias puntuales no sean adecuadas para cargas de trabajo críticas ni urgentes. Lo ideal es que se utilicen para cargas de trabajo no críticas que puedan soportar interrupciones o que estén diseñadas para cambiar automáticamente a recursos alternativos en un evento de este tipo, conocido como "cierre de gracia".

  • Descuentos por volumen: muchos proveedores de servicios de comunicaciones ofrecen descuentos por volumen para clientes más grandes en función de los precios por niveles definidos por el proveedor. Se trata de un concepto simple: los precios por unidad disminuyen a medida que los clientes utilizan más un servicio. Algunas empresas prefieren utilizar varios proveedores de nube para evitar quedar atadas a un solo proveedor, pero los descuentos por volumen pueden hacer que valga la pena consolidar cargas de trabajo específicas con un solo proveedor. Pensemos, por ejemplo, en una empresa que utiliza tres CSP y gasta 700 000 dólares en uno y 200 000 dólares en cada uno de los otros dos. Si un proveedor ofrece un descuento por volumen por gastar más de 1 millón de USD, la empresa puede ahorrar con la consolidación.

  1. Tarifas de transferencia de datos limitada: los CSP suelen cobrar a los clientes la migración de datos entre diferentes regiones y zonas de disponibilidad o entre diferentes servicios dentro de sus ecosistemas en la nube. Para las empresas que mueven o replican datos con frecuencia entre regiones o servicios, puede que las tarifas de transferencia de datos se acumulen rápidamente. Los proveedores de servicios de comunicaciones cobran a los clientes por la entrada de datos (datos que entran en la nube) y la salida de datos (datos que salen de la nube), y la salida de datos generalmente conlleva mayores costes. Esto puede producirse si una empresa dispone de unos procesos de recuperación de datos ineficientes, depende excesivamente de la transferencia de datos en las operaciones rutinarias o cuenta con unas prácticas de gestión del ciclo de vida de datos insuficientes. Otros factores que afectan a las tarifas de transferencia de datos son las transferencias redundantes, cuando varios equipos independientes migran los mismos datos, y la falta de desduplicación y compresión de datos.

  2. Gestionar, organizar, comunicar y formar: las herramientas de gestión de costes y las mejores prácticas son clave para establecer un proceso de optimización de costes de nube que se centre en la comunicación, la colaboración y la formación. La tarea de crear una cultura de conciencia de costes en torno al gasto de nube debe correr a cargo de un equipo de FinOps compuesto por personal de TI, finanzas y proyectos. Juntos, estos recursos deben establecer procesos, políticas y marcos para revisar, supervisar y controlar el gasto en toda la organización. El equipo de FinOps debe fomentar aún más la comunicación y la alineación entre las distintas funciones para optimizar los costes reuniendo a las diferentes líneas de negocio para promover el compromiso, la responsabilidad y el conocimiento en toda la empresa.

    El equipo de FinOps es responsable de establecer canales de comunicación bidireccionales para compartir mejores prácticas, estrategias y nuevas herramientas de gestión de costes, al tiempo que permite la retroalimentación en toda la empresa. Las empresas también pueden plantearse realizar seminarios y sesiones de formación para formar a los implicados sobre temas cruciales, y también pueden incorporar la formación de concienciación sobre los costes de nube en sus procesos de incorporación.

Qué debes saber antes de migrar a la nube

Un proceso de éxito de optimización de costes de nube no comienza después de la implementación de la nube. Comienza antes de la migración. Cuando las empresas crean un caso para migrar a la nube, y se adentran en el proceso de selección de proveedores, tienen una oportunidad única de establecer una cultura de concienciación sobre los costes.

La creación de un equipo FinOps colaborativo es el primer paso. Este grupo debe supervisar el control de costes y todas las políticas relacionadas con la forma en que se adquiere e implementa la tecnología en la nube en toda la organización. A continuación, se muestra cómo el equipo de FinOps puede empezar a crear una estrategia de nube rentable.

  • Revisar los acuerdos de nivel de servicio (SLA): los SLA de proveedores reflejan su compromiso con diversas variables de rendimiento importantes para sus productos, como el tiempo de actividad, las métricas de rendimiento, los tiempos de respuesta de soporte y la disponibilidad de datos. El SLA de un proveedor de nube debe ajustarse a los requisitos del cliente. Las empresas que requieren una alta disponibilidad para aplicaciones críticas, por ejemplo, deben confirmar que el proveedor elegido ofrece un tiempo de actividad garantizado que satisfaga sus necesidades.
  • Evaluar el coste total de la propiedad (TCO): los costes de la cloud computing van más allá de los gastos tangibles, como las tarifas de suscripción. También se debe tener en cuenta una amplia gama de costes intangibles, como el impacto que el tiempo de inactividad o las velocidades de computación lentas tienen en la productividad o en las ventas potenciales. El análisis del coste total de propiedad contabiliza todos los costes tangibles e intangibles de la implementación, el funcionamiento y el mantenimiento de un entorno en la nube durante un período específico para ayudar a las empresas a comparar proveedores y calcular presupuestos y ROI precisos.
  • Evaluar las opciones de escalabilidad de los proveedores: la escalabilidad de la nube es uno de sus mayores puntos de venta. Para aprovechar al máximo sus inversiones en la nube, las empresas deben evaluar cuidadosamente las opciones que ofrece cada CSP. Por ejemplo, los proveedores de nube que ofrecen escalabilidad automática en función de la demanda y capacidades de computación o almacenamiento ajustables pueden ayudar a las empresas a garantizar que sus recursos de nube no se despilfarren.
  • Priorizar las integraciones perfectas: todos los nuevos proveedores de nube deben encajar perfectamente en la arquitectura de TI existente de una empresa. Un sistema de gestión de relaciones con el cliente (CRM) basado en la nube, por ejemplo, debe integrarse lo más fácilmente posible con los datos de los clientes existentes u otras aplicaciones que dependan de los datos de CRM. La compatibilidad entre sistemas puede reducir los costes y minimizar las interrupciones.
  • Conocer las políticas de seguridad: la cloud computing ha demostrado ser tan segura como la informática local, si no más. Sin embargo, las empresas deben asegurarse de que sus proveedores de nube cumplan sus requisitos de seguridad específicos. Puede que las diferentes industrias tengan distintas pautas regulatorias y de cumplimiento, como laLey de Portabilidad y Responsabilidad de Seguros de Salud (HIPAA, Health Insurance Portability and Accountability Act) en los Estados Unidos y el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de Europa. Para evitar sanciones que salgan caras, las empresas deben revisar a fondo la información de cumplimiento de un proveedor de nube, prestando mucha atención a sus protocolos de cifrado, controles de acceso, gestión de vulnerabilidades y medidas de privacidad de datos.
  • Evaluar las estrategias de copia de seguridad y recuperación ante desastres: un CSP con sólidas capacidades de copia de seguridad y recuperación ante desastres puede ahorrar a sus clientes mucho tiempo, dinero y angustia en caso de una interrupción. Al evaluar a los proveedores, ten en cuenta la frecuencia con que realizan copias de seguridad y sus políticas de retención de datos. Los proveedores de servicios de nube con IaC y capacidades de escalabilidad automática —automatizadas para aprovisionar nuevos servidores y escalar recursos según sea necesario— también pueden ayudar a los clientes a recuperar la normalidad rápidamente después de una interrupción.
  • Formar y desarrollar a los empleados: las inversiones en el desarrollo de habilidades de nube proporcionan al personal de TI y a los empleados el conocimiento y la capacidad para operar de manera rentable en un entorno en la nube. Poner a disposición programas de certificación y aprendizaje continuo también puede ayudar a los equipos a adaptarse a las nuevas innovaciones de nube y a las mejores prácticas emergentes.

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Además de ofrecer modelos de precios flexibles Pay As You Go (pago por consumo) y basados en suscripciones, Oracle Cloud Infrastructure (OCI) cuenta con un conjunto de herramientas de gestión de costes para ayudar a gestionar y modificar de forma proactiva el uso y el gasto de la nube, lo que la convierte en una solución de nube rentable. Las herramientas de gestión de costes de Oracle se centran en las siguientes cinco áreas críticas de la optimización de costes de nube:

  • Organización: las herramientas de organización ayudan a las empresas a enlazar y gestionar varias tenencias en OCI para limitar el uso, por ejemplo, en caso de consumo excesivo. También admiten funciones de etiquetado críticas que permiten a las empresas segmentar y asignar costes por proyecto, región o cualquier otra categoría.
  • Generación de informes y análisis: las empresas pueden visualizar y realizar un seguimiento del gasto en función de parámetros personalizados, así como crear informes de uso para auditorías o conciliación de facturas. La herramienta de generación de informes de costes de Oracle también analiza los conceptos de las líneas de la factura con granularidad de recurso.
  • Gobernanza y control: el modelo de gobernanza de OCI proporciona una estructura para diseñar y mejorar la seguridad en la nube, abordar el cumplimiento y reducir los costes. Una vez definidos los parámetros, las empresas pueden aplicar las políticas de manera más sencilla con herramientas que, por ejemplo, imponen cuotas por consumo.
  • Presupuestación y previsión: las herramientas de Oracle hacen hincapié en la visibilidad de los costes, ya que permiten a los clientes establecer umbrales de gasto en toda la empresa y emiten alertas automáticas cuando los usuarios se acercan a sus límites. Oracle también ofrece una herramienta de estimación de costes para que los clientes potenciales puedan medir el uso y los costes mensuales antes de comprometerse.
  • Optimización y reducción de costes: además del seguimiento del uso, las herramientas de optimización de Oracle identifican de forma proactiva los recursos de nube infrautilizados y ofrecen recomendaciones, además de ajustar rápidamente el tamaño según la guía de la empresa. Oracle también ofrece herramientas de recompensa para los usuarios que gestionan con éxito el gasto en la nube.

La optimización de costes de nube es tanto una iniciativa cultural como técnica, pero las herramientas de gestión de costes siempre desempeñarán un papel clave. Al combinar esas herramientas con políticas claras y estrategias de comunicación efectivas, las empresas pueden mantener el control sobre su gasto de nube y reducir la probabilidad de exceder sus presupuestos.

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Preguntas frecuentes sobre la optimización de costes de nube

¿Cuánto cuesta una configuración de nube?

Los costes de implementación de la nube pueden variar en gran medida en función de varios factores, incluido el tamaño de los almacenes de datos de la empresa, los requisitos informáticos, el número de aplicaciones migradas al entorno de nube y la cantidad de transferencia de datos necesaria. Normalmente, los costes de implementación en la nube incluyen las tarifas de configuración de un proveedor de servicios de nube, así como las tarifas de suscripción por usuario para las aplicaciones de nube, el coste de los recursos internos y externos para planificar y gestionar la implementación, los costes de migración de datos y los costes de formación de los empleados. Dependiendo del alcance del proyecto, también se pueden requerir recursos de TI adicionales a tiempo completo.

¿Cuáles son los diferentes tipos de costes de nube?

Además de los costes iniciales de implementación descritos anteriormente, los costes de la nube incluyen tarifas mensuales por suscripciones y por consumo de los recursos de nube, como la capacidad de servidor, el almacenamiento y la red. Los proveedores de servicios de nube pueden ofrecer diferentes estructuras de precios, pero las empresas suelen cobrar mensualmente por el número de servidores utilizados, la cantidad de datos almacenados en la nube, las transferencias de datos entre la nube y las fuentes externas, los servicios de base de datos, el soporte técnico y servicios adicionales, como el análisis o la seguridad.

¿Por qué la nube es tan cara?

Si bien algunas empresas pueden considerar que la cloud computing es costosa, muchas otras ven en la nube el modelo informático más rentable. En comparación con la computación local, por ejemplo, la nube elimina los gastos iniciales de hardware y software, ya que estos los gestionan los proveedores de servicios y aplicaciones de nube. Si bien la cloud computing implica el pago de costes de suscripción y consumo mensuales que no se aplican en un modelo de computación local, muchas empresas opinan que la flexibilidad de la nube y la capacidad de escalar los recursos en función de la demanda permiten mantener el control sobre los costes más fácilmente.

¿Vale realmente la pena utilizar la nube?

Para determinar si vale la pena invertir en cloud computing se deben estudiar las necesidades individuales de cada empresa. Muchas organizaciones han descubierto que vale la pena invertir en cloud computing, y las tendencias de gasto en nube pública así lo confirman. En general, los clientes de la cloud computing han citado la rentabilidad, la escalabilidad y los servicios bajo demanda como las principales ventajas de la nube.