Un ataque cibernético es cualquier acto malicioso que dañe un sistema informático por razones políticas y económicas. Robo de datos, phishing, ransomware, ... en la era de la nube, es necesario conocer las nuevas estrategias de ciberseguridad.
Tiempo de lectura: 4 mn
Un ataque cibernético se dirige contra sistemas de información (SI) o empresas que dependen de la tecnología y las redes para robar, modificar o destruir un sistema sensible.
Los diferentes tipos de ciberataques
El gobierno ha clasificado los ciberataques en cuatro categorías: ciberdelincuencia, daños a la imagen, espionaje y sabotaje. Los principales ataques tecnológicos que afectan a las empresas son:
Consecuencias de un ataque cibernético
Las PYME se ven más afectadas por los ciberataques que las grandes empresas porque son más vulnerables, especialmente las empresas de comercio electrónico que poseen datos sensibles. Un ataque cibernético puede conducir a una cibercrisis, ya sea a nivel de TI (bloqueo de sitios), financiero o de reputación (los datos de los usuarios pueden estar expuestos).
Los ataques cibernéticos pueden tener las siguientes consecuencias:
Los ataques cibernéticos del tipo BEC (Business Email Compromise) son hoy en día los más frecuentes. Las empresas están siendo extorsionadas a través de sus buzones de correo. El costo promedio de este tipo de ciberataque es de 140.000 dólares por empresa. Los sitios web también son un objetivo habitual de los ciberdelincuentes.
"Es imprescindible saber cómo prevenir los ciberataques, sobre todo porque son cada vez más sofisticados y peligrosos, (...) a través del análisis del comportamiento de los usuarios y del SIEM".
Es fundamental saber cómo prevenir los ciberataques, especialmente cuando son cada vez más sofisticados y peligrosos. El hacking de datos puede tardar varios meses en ser detectado. La gestión de robots, el análisis del comportamiento de los usuarios y el SIEM pueden utilizarse para prevenir estos ataques.
El SIEM es la herramienta principal de un SOC, la plataforma que permite la supervisión y administración de la seguridad informática a través de herramientas de cobranza, correlación de eventos e intervención remota. A medida que más usuarios móviles y redes periféricas migran a la nube, las organizaciones necesitan centros de operaciones de seguridad para anticipar, prevenir, detectar y responder mejor a las amenazas a sus recursos de TI.