Alan Zeichick | Desarrollador estratega de Contenido | 9 de marzo de 2023
Los data centers locales suponen una carga para las empresas actuales. Ya sea en una empresa global o una entidad de tamaño medio con un único centro de procesamiento de datos, los racks de discos que giran, ventiladores que zumban y luces parpadeantes son un lastre financiero, un quebradero de cabeza en términos de personal en un mercado laboral competitivo, un posible punto débil para la agilidad empresarial y una responsabilidad de seguridad que genera preocupación. Por el contrario, la informática en la nube ha demostrado ofrecer todas las ventajas de los data centers locales de las empresas, sin sus inconvenientes. La gran pregunta es: ¿cómo gestionar la transición y, en particular, cerrar ese data center heredado con una interrupción mínima para el negocio?
Un data center es un edificio que contiene los recursos informáticos de una organización, desde el hardware (servidores y equipos de almacenamiento y redes), hasta la infraestructura de suministro de energía, los equipos de refrigeración y calefacción y los sistemas de copia de seguridad de datos y recuperación ante desastres. Las redes incluyen las conexiones de alta capacidad entre los dispositivos del data center, entre el data center e Internet y, si una organización cuenta con varios data centers, las conexiones de alta capacidad entre las instalaciones. Los servidores del data center impulsan operaciones orientadas al público, como el comercio electrónico y los sitios web, y ejecutan las aplicaciones internas, como las de planificación de recursos empresariales (ERP), gestión de las relaciones con clientes (CRM), recursos humanos, correo electrónico y flujo de trabajo de producción.
Los data centers también pueden ejecutar aplicaciones muy especializadas y específicas de una industria, como los sistemas de comercio financiero de alta velocidad; herramientas de ingeniería, como las de dinámica de fluidos computacional utilizada en la industria de la automoción o aeroespacial; o marcos sofisticados de modelado y simulación utilizados para el descubrimiento de fármacos. Un data center está pensado para proporcionar seguridad física a fin de evitar que intrusos introduzcan alteraciones en el hardware y ciberseguridad sofisticada para proteger contra la piratería.
Una organización de gran tamaño puede disponer de varios data centers con el fin de equilibrar las cargas de trabajo, mejorar el rendimiento, minimizar las interrupciones en caso de desastres y satisfacer requisitos de residencia de datos y cumplimiento normativo. Las organizaciones más pequeñas pueden tener un único data center en el edificio de su sede o en una instalación externa. Un data center puede albergar miles de servidores, además de los racks necesarios, cableado, equipos de red, discos duros para almacenamiento, recursos de almacenamiento de copia de seguridad, generadores de energía, torres de refrigeración y espacios de trabajo administrativos.
Conclusiones clave
Una organización no puede esperar configurar un data center una vez y disfrutar de sus ventajas durante años sin más inversiones. Al igual que cualquier estructura física, un data center necesita atención, mantenimiento y mejoras constantes, todo lo cual puede ser costoso y requerir personal experto. El mantenimiento del data center puede volverse más difícil a lo largo del tiempo, ya que la instalación envejece y su infraestructura y equipo dejan de ser de última generación. La organización debe afrontar estos desafíos de forma interna o contratar proveedores de servicios para gestionarlos. Por el contrario, en un escenario de informática en la nube, muchos de estos desafíos recaen en el proveedor de la nube; el cliente puede simplemente utilizar el servicio, que obtiene según un modelo de pago por uso.
Un data center alberga entre cientos y decenas de miles de dispositivos informáticos, cada uno con discos duros, fuentes de alimentación, ventiladores y otras piezas que inevitablemente se rompen. Además, es casi seguro que se volverán obsoletos en pocos años. Aunque siempre hay un excedente de capacidad y "reservas activas" que se pueden utilizar automáticamente en caso de fallo, el personal está permanentemente ocupado sustituyendo discos y fuentes de alimentación, diagnosticando fallos intermitentes, realizando actualizaciones, aplicando parches de seguridad y rendimiento, intercambiando componentes, reconfigurando equipos y llevando a cabo tareas de mantenimiento. Además del hardware informático, el propietario del data center debe mantener las instalaciones, que requieren sofisticados controles de seguridad física, distribución fiable de electricidad, calefacción y refrigeración, cableado, equipos de extinción de incendios, conectividad de red interna y a Internet, y mucho más.
Aplicar parches a servidores y routers contra nuevas vulnerabilidades de seguridad es un requisito esencial de ciberseguridad, pero el personal del data center de muchas organizaciones encuentra dificultades para mantenerse al día al respecto, lo que hace que los sistemas sean vulnerables a los ataques. Varias filtraciones de datos de clientes ampliamente difundidas en los medios fueron achacables a sistemas de data centers vulnerables a pesar de la disponibilidad de parches.
Con el tiempo, los requisitos de computación de una organización sana casi sin duda aumentarán, y eso requiere la adquisición e instalación de racks completamente nuevos de hardware y el reemplazo del hardware existente por equipos más potentes. El proceso de especificación, pedido, fabricación, envío, instalación de aprovisionamiento e integración de esos equipos puede durar semanas o meses, tal vez incluso más. Esto impide actuar con rapidez, a menos que el data center ya cuente con suficiente excedente de capacidad para gestionar las necesidades futuras previstas. Si las necesidades de computación superan los límites físicos del data center, las organizaciones se enfrentan a una importante decisión de inversión inmobiliaria y de capital.
Una vez que se ha instalado hardware e infraestructura en un data center, es difícil, y probablemente costoso, deshacerse de ellos, especialmente según las necesidades informáticas vayan modificándose con el tiempo. La reducción vertical también puede representar un problema a corto plazo; por ejemplo, si se necesita capacidad de servidor para manejar los picos estacionales de transacciones, ¿qué se hace con esos equipos el resto del año? (Dato curioso: algunos de los primeros servicios en línea aparecieron ya en la década de 1980 como una forma para las empresas de monetizar su excedente de capacidad informática no utilizado.)
La buena noticia es que las necesidades de seguridad física de un data center suelen evolucionar lentamente: los candados con llave fueron sustituidos por los teclados para introducir contraseñas, que a su vez fueron reemplazados por las tarjetas inteligentes, y estas por su parte se han sustituido por lectores de retina y huella digital. El ámbito en el que los desafíos avanzan a paso más acelerado es el de la seguridad digital: los ciberdelincuentes pueden infiltrarse en el ordenador portátil de un empleado mediante suplantación de identidad y llevar a cabo un ataque de fuerza bruta contra un sitio web o aprovechar un exploit recién descubierto contra sistemas operativos de servidor o firmware de dispositivos. Los data centers requieren una vigilancia de seguridad constante, así como nuevas herramientas para protegerse frente a amenazas en constante mutación.
A pesar de las más reciente novedades en automatización tecnológica, los data centers aún requieren la intervención de personas. Desde plantilla las 24 horas para los centros de operaciones de seguridad, hasta especialistas que diseñen las actualizaciones de los sistemas del data center, este último requiere expertos cualificados. En algunos casos, son empleados; en otros, pueden ser contratistas o trabajar para un proveedor de servicios gestionado. La contratación, retención y formación de este talento son costosas, ya sea para la organización o el proveedor de servicios. En algunos mercados, las organizaciones tienen problemas para encontrar suficientes candidatos cualificados.
Los data centers han servido a las empresas durante décadas, proporcionando la infraestructura informática para permitir el tremendo crecimiento de los servicios en línea, impulsar la automatización y la productividad de los trabajadores y promover la transformación digital. Sin embargo, en comparación con la informática en la nube, son sistemas antiguos que cada vez más suponen un lastre. Los motivos para definir estrategias de cierre de tu data center son muchas. Estas razones incluyen:
Los avances tecnológicos y las oportunidades de negocio pueden ser un argumento convincente para migrar de un data center físico a la nube. Sin embargo, el plazo real puede depender de factores no tecnológicos, como el contrato de alquiler de una instalación de data center. Estos alquileres son a largo plazo, a menudo de cinco a veinte años. El final del contrato de alquiler frece una oportunidad para ahorrar costes. El proceso de cierre de un data center arrendado puede durar un año o más, pero la fecha de fin de alquiler puede ser un incentivo importante para revisar los planes de compra de hardware, los contratos de mantenimiento, los acuerdos de los proveedores de servicios, los programas de amortización y los planes de personal, y crear un plan de migración a la nube.
Las organizaciones crecen y evolucionan con el tiempo, de forma orgánica y mediante adquisiciones. No es raro que dispongan de varios data centers, cada uno de los cuales cumple una función de negocio diferente, a veces distribuidos por todo el país o el mundo. Los sistemas heredados mediante adquisiciones pueden llevar a disponer de diferentes instalaciones que alojan aplicaciones de planificación de recursos empresariales (ERP) o servidores de bases de datos independientes, por ejemplo, o de una instalación que aloja sistemas de transacciones de comercio electrónico antiguos, mientras que otra está dedicada a un nuevo sistema para la gestión de inventario. Esta dispersión es una oportunidad perdida para beneficiarse de las economías de escala. Además, a menudo resulta insostenible desde el punto de vista tecnológico u operativo consolidar esos múltiples data centers en un pequeño número de instalaciones propias. Sin embargo, migrar un data center a la nube y, a continuación, trasladar otro, puede permitir alcanzar el mismo objetivo con un gran ahorro y sin el trastorno que suponen un desplazamiento físico o la necesidad de adquirir instalaciones más grandes para la consolidación.
El hardware tiene una vida limitada en el mundo del data center, a menudo debido a la obsolescencia más que a fallos. El fin de vida útil previsto o planificado de los equipos de un data center puede representar un plazo o una oportunidad para la migración. ¿Qué causa la obsolescencia? A veces, los sistemas no son compatibles con nuevos paradigmas de uso, como routers que no están equipados para ofrecer servicios de computación perimetral. A veces, los equipos no son eficientes en comparación con los nuevos modelos, como servidores de base de datos con poca capacidad de almacenamiento o que utilizan discos duros rotativos, más lentos, en lugar de unidades de estado sólido (SSD), más rápidas. Tal vez la arquitectura informática haya cambiado: una organización podría pasar de servidores basados en x86 a dispositivos basados en ARM. También pueden plantearse problemas de longevidad en relación con la seguridad, la eficiencia energética, el cumplimiento normativo, la preparación frente a desastres o incluso el estado de la instalación en sí.
¿Cuál es la vida útil de los equipos de un data center? En el caso de la infraestructura principal de las instalaciones, como sistemas de calefacción, refrigeración, energía y seguridad, si se mantiene correctamente, podría ser de una década o más entre actualizaciones significativas. Para equipos específicos en racks, una media razonable sería de tres a cinco años antes de la sustitución por nuevo material mejorado.
Una vez que los equipos han llegado al final de su vida útil, sustituir racks de hardware antiguo puede ser costoso, laborioso e interrumpir las operaciones comerciales. Las organizaciones que se enfrentan a una importante actualización de hardware debido a equipos que han llegado al final de su vida útil pueden encontrar la migración a la nube más atractiva y rentable. Este fecha de corte también ofrece un plazo natural que facilita la planificación.
La forma más sencilla y óptima de superar los desafíos que plantea el funcionamiento de un entorno de data center es cerrar ese data center por completo y migrar tus aplicaciones, datos y servicios a la nube. Con una migración a la nube, los gastos de capital (CapEx) se convierten en gastos operativos (OpEx) manejables. Tus arquitectos, ingenieros, desarrolladores y administradores pueden centrarse en lo importante: la prestación de servicios, la resolución de problemas empresariales y la reacción a las oportunidades de negocio.
Los aspectos de las operaciones del data center que no ofrecen ventaja competitiva (suministro de electricidad, refrigeración y ancho de banda, cableado, sustitución de piezas desgastadas, diagnóstico de problemas de red intermitentes, protección frente a ataques de denegación de servicio contra el router de Internet, planificación de medidas de en caso de inundaciones o incendios, contratación de técnicos de hardware y guardias de seguridad) no son tu problema. Estas responsabilidades son asumidas por el proveedor de nube, que realiza mayores economías de escala que cualquier empresa, excepto las más grandes.
Es más, como los servicios de los proveedores de nube son flexibles por definición, los administradores de sistemas pueden poner en marcha nuevos servidores u otras funcionalidades en cuestión de minutos en lugar de meses. Cuando no se necesitan servicios de máxima capacidad, se pueden poner en pausa (así como sus costes) hasta que se requieran de nuevo. Cuando se precisa de servicios durante un tiempo limitado, como durante los cierres financieros de fin de año o eventos estacionales, se pueden agregar durante unos días, semanas o meses, sin necesidad de adquirir hardware adicional.
Según IDC, OCI puede brindar un rendimiento de inversión (ROI) del 474 % a cinco años y una reducción del 53 % del coste total de propiedad (TCO).
Cerrar un data center puede ser más complejo que, por ejemplo, trasladar tus oficinas. Es vital evitar cualquier interrupción en los servicios proporcionados a los clientes, socios y empleados. Para ello, debes saber con exactitud qué servicios proporciona tu data center actualmente y cómo los ofrece.
Para cada uno de esos servicios, tu organización tendrá que tomar decisiones clave: mígralos tal cual a la nube (esto a veces se denomina "lift and shift"); mígralos a una infraestructura nativa en la nube, como de un sistema de base de datos local a una base de datos en la nube; o rediseña completamente esas aplicaciones para utilizar nuevos paradigmas orientados a servicios que sean más escalables, pero que pueden tardar más en crearse. Con aplicaciones como las de ERP y gestión del capital humano (HCM), también puedes sustituir las aplicaciones locales convencionales por software como servicio basado en la nube. Con esas aplicaciones de software como servicio (SaaS), no necesitarás un data center porque toda la aplicación se encuentra en la nube y los clientes o el personal pueden acceder a ella directamente a través de un explorador.
Para facilitar la retirada del data center, debes seguir ocho pasos clave.
No puedes migrar lo que desconoces. Esto significa que debes catalogar el hardware, el software y los servicios, incluidos los de proveedores de servicios externos. Conoce los contratos. Debes saber dónde se almacenan los datos, en qué formato se encuentran, dónde se ubican las copias de seguridad, qué sistemas de dependencias tienen entre sí y si existen problemas específicos en torno a áreas como el cumplimiento normativo o la residencia de datos. Las herramientas automatizadas de detección de activos te ayudarán en este proceso. Habrá sorpresas.
Ahora es el momento de analizar los contratos de alquiler, los programas de amortización, los contratos de proveedores de servicios y las licencias. Puede que algunos de los proveedores existentes te acompañen a la nube; es posible que otros no puedan hacerlo o que no desees llevarlos contigo.
Si no lo has hecho ya, asegúrate de que todos los miembros de tu organización conozcan y estén conformes con la nueva estrategia. Esta es probablemente una decisión de nivel ejecutivo.
Observa cada una de las aplicaciones y determina cómo será la arquitectura en la nube. ¿Y los datos? ¿Se tendrán que modificar el formato o la estructura de los datos para ajustarse a las nuevas aplicaciones o paradigmas de almacenamiento, y cómo se hará eso? ¿Cómo se migrarán los datos? ¿Qué sistemas necesitan acceso a otros sistemas y cómo se gestionará eso en la nube? ¿Cómo accederán los usuarios finales a las aplicaciones, los datos y los servicios? ¿Cómo estará configurada la arquitectura de seguridad?
No todas las competencias de tu personal serán útiles en el nuevo paradigma, y no todos los empleados estarán interesados en un nuevo modelo. Sin embargo, a muchos de ellos les entusiasmará el potencial que ofrece trabajar con servicios en la nube y podrían volver a formarse para obtener las certificaciones y los conocimientos necesarios.
Los proveedores de nube y de terceros ofrecen una amplia gama de herramientas, desde sistemas de software automatizados hasta consultoría sofisticada, para ayudar con la migración y el cierre de los data centers. Aunque tu organización conozca sus activos y necesidades, los proveedores y especialistas de la nube tienen experiencia en migraciones. Asegúrate de aprovecharla.
No puedes migrarlo todo a la vez, o al menos, no deberías. Comienza por las aplicaciones, los datos y los servicios más fáciles y aislados para ganar confianza, experiencia y éxitos rápidos para tu equipo y tus empleados. La migración por fases puede resultar complicada porque algunos sistemas estarán en la nube y otros permanecerán en el data center durante semanas o meses, pero, sin embargo, deberán interoperar sin problemas incluso mientras se migren distintas partes. El trabajo adicional de asegurarse de que nada falle durante estas fases de transición proporcionará resiliencia ahora y en el futuro.
Una vez finalizada la migración completa, cierra el data center antiguo, elimina los activos restantes y contempla tu brillante futuro.
Los data centers locales o situados en varias ubicaciones son herencia de una forma anticuada de hacer informática y es el momento de superarlos y pasar a la nube. Si bien los data centers propios ayudaron a las organizaciones a entrar en la era inicial de la automatización impulsada por ordenador y la toma de decisiones basada en datos, hoy en día, los data centers son caros de operar, requieren un mantenimiento continuo significativo, necesitan actualizaciones constantes, son poco flexibles a la hora de abordar desafíos y pueden impedir a las organizaciones aprovechar las oportunidades. El proceso de cierre de un data center llevará meses, y el momento para comenzar a planificarlo es ya, antes de que gastes demasiado dinero en mantener y actualizar las instalaciones existentes.
Hay muchas razones para dejar atrás tu data center, desde el ahorro de costes, la agilidad y la escalabilidad, hasta la fiabilidad y la seguridad. Oracle Cloud Infrastructure (OCI) ha permitido a las empresas obtener resultados en todos esos frentes y las ha ayudado, o bien a cerrar completamente sus data centers, o bien a reducir significativamente el peso de estos. La nube de segunda generación de OCI está diseñada para aplicaciones modernas y ofrece modelos de despliegue para nubes públicas y privadas, incluidos servicios en la nube que residen dentro de las propias instalaciones de las empresas. OCI también proporciona una amplia gama de funcionalidades, incluidas integraciones multicloud y computación de alto rendimiento para cargas de trabajo de IA de gran volumen.
¿Cuál es el primer paso para cerrar un data center?
Cuando tengas previsto cerrar un data center, realiza una valoración exhaustiva de las aplicaciones, los datos, los servicios, los usuarios y los requisitos de seguridad. Todo lo que se incluya en ese inventario requerirá un plan de migración, ya sea para trasladar las aplicaciones y los datos existentes a la nube, elegir nuevas aplicaciones o crear nuevas aplicaciones desde cero.
¿Cuál es la vida útil de los equipos de un data center?
Los principales componentes de la infraestructura del data center, como los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, la distribución de energía y los sistemas de seguridad física, podrían durar una década o más con un mantenimiento regular. Por lo general, los equipos informáticos, como los servidores, routers, conmutadores y equipos de almacenamiento, tienen una vida útil de entre tres y cinco años antes de quedar obsoletos.
¿Quién es responsable de la seguridad en la nube?
La seguridad física de la infraestructura en la nube (los servidores, la infraestructura de red, etc.) la gestionan los proveedores de servicios en la nube. La responsabilidad de proteger el software y los servicios se comparte entre el proveedor de nube y la empresa.
¿Cuánto se tarda en cerrar un data center?
Piensa que el cierre completo de un data center puede llevar meses. En el caso de una infraestructura de TI importante, podría tardar años. Todo depende del tamaño del data center, de su complejidad y de la cantidad de datos. Gran parte de ese tiempo se dedicará a realizar un inventario completo, desarrollar planes, crear y probar nuevo software (en caso necesario) y formar al personal. Al igual que para un traslado de oficinas, la migración y el cierre en sí son relativamente cortos una vez que se ha completado toda la planificación.
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